Entrevista a Vicente Vidal, Secretario Comarcal de Industria de la CIG en Ferrol. Los trabajadores de las industrias auxiliares de los astilleros de Navantia Ferrol están participando masivamente en una huelga indefinida que en el momento de realizar esta entrevista, duraba ya 21 días.

Sabemos que el conflicto del naval viene de lejos. ¿Qué lo reactivó en Ferrol?

Lo reactivó estar muchísimos años con una carga de trabajo casi nula debido a la crisis económica, lo que provocó que cerca de 4000 trabajadores de la industria auxiliar se fueran a la calle. Esa situación se prolongó durante años por lo que estos trabajadores agotaron las prestaciones de desempleo y eso fue un caldo de cultivo para que, cuando repuntó la carga de trabajo en los astilleros, el INEM y la SEPE fueran la agencia de colocación para ellos. Había un montón de operarios muy cualificados entre los que las empresas que cogían los encargos de Navantia, podían escoger pactando unilateralmente las condiciones laborales individualmente, mucho más bajas que las que tenían antes del comienzo de la crisis. El argumento de estas empresas era que “si no querías ese chollo habría cientos de trabajadores forzados por la necesidad a cogerlo al precio que fuera”. Después pasamos por el gran contrato conseguido por Feijóo con México, el flotel “Orgullo Petrolero”, del cual nadie debería estar orgulloso por cómo se trabajó ahí. Navantia permitió que vinieran empresas de fuera, con trabajadores en condiciones penosas y sin control ninguno. El comité de Navantia lo único que quería era terminar lo antes posible porque era un barco político. Las empresas cogían los contratos en condiciones inferiores y eso lo trasladan a los trabajadores, con la intención de mantener los beneficios anteriores, a costa de salarios bajos y horas gratuitas para la empresa. A finales del año 2014 se comenzó a negociar el convenio del metal de A Coruña. Eso se prolonga durante casi 3 años. Argumentando que se salía de la crisis y que éramos “El motor de Europa”, los sindicatos entendíamos que estábamos trabajando y que ese repunte debía trasladarse a los salarios de los trabajadores. En ese convenio, además de la subida salarial se pretendía introducir una serie de puntos que evitaran la precariedad que tuvieron los trabajadores en los últimos años. En septiembre de este año se firmó por parte de CCOO y UGT un preacuerdo del convenio del metal. Hicimos asambleas de trabajadores para explicar por qué no firmábamos ese preacuerdo y entendíamos que no debíamos firmar el convenio. Lo hicimos así para que los trabajadores de las empresas auxiliares de Fene y Ferrol trasladaran sus quejas de que en ese convenio no venía recogida la obligatoriedad de que las empresas que trabajan con Navantia en Ferrol y Fene cumplieran con los acuerdos de 2001. En esas asambleas lo que nos dicen es que quieren recuperarlos y que están dispuestos a presionar poniéndose en huelga. Lo que nosotros comentamos es que sí los otros sindicatos no aceptan recoger ese guante que nos largan, la CIG aunque sea en solitario convocaría una huelga para toda la industria auxiliar. Y así lo hicimos, con asambleas parciales en los dos astilleros y en todos los centros de trabajo. Estas asambleas, unánimemente deciden solicitar huelga indefinida para exigir la recuperación de los salarios perdidos. Esa huelga comienza el día 5 de Octubre y dura hasta hoy.(25 de octubre)

¿Puede hacerme un balance de la huelga y de la movilización del jueves 19?

El balance es espectacularmente positivo, desde el primer día, con la paralización total de los astilleros de Ferrol. Los primeros cinco días con el personal principal y a partir de ahí hasta hoy, toda la industria auxiliar. Él animo de los trabajadores así como su presencia en los piquetes durante todos esos días fue muy bueno. Incluso con la oposición por parte de la Patronal, la dirección de Navantia y la falta de apoyo a esta huelga de los otros sindicatos. Los trabajadores estuvieron 21 días únicamente con el apoyo de ellos mismos y de la cobertura que les daba la CIG. El balance negativo está en que durante esos 21 días tuvimos la imposibilidad de reunirnos con la patronal y el resto de sindicatos. Porque desde el primer día, la condición para sentarse a negociar era el levantamiento de la huelga, cosa que los trabajadores rechazaban. La condición para levantar la huelga por parte de los trabajadores era que se asumieran los acuerdos de 2001, cosa que no sucedió.

¿Considera que los sindicatos estatales UGT y CCOO fueron un lastre ante la convocatoria de huelga y lo están siendo en el transcurso de la misma?

Sí, absolutamente sí. Aunque todos los sindicatos apoyan las reivindicaciones que hacen los trabajadores, no todos apoyan la huelga. Ellos lo que quieren es sentarse a negociar, pero sin marcar unas líneas rojas como punto de partida. Eso sucede hasta anteayer(día 23 de octubre), en el día 20 de la huelga, cuando nos sentamos con los sindicatos intentando llegar a un acuerdo común para presentárselo a la patronal y ahí trasladarles la preocupación de los trabajadores y de qué concepto salarial quieren partir como línea roja : de los acuerdos de 2001, del acuerdo del metal, o de 0. Los otros sindicatos manifiestan su desacuerdo con el acuerdo de 2001, pero ven la necesidad de readaptarlo al 2017, lo cual no sabemos qué significa.

¿Cómo y por parte de quien se articula esa votación a favor de desconvocar la huelga?

Todos los días de huelga hacemos una asamblea las 12 para informar de las novedades y si hay algún tipo de propuesta, votarla. Hubo una propuesta por parte del Consello Galego de Relacións Laborais para suspender temporalmente la huelga. Se llevó a una asamblea, se votó y lo que ganó fue continuar con la huelga. A los trabajadores que no apoyaban la huelga no les valió, porque perdieron. Argumentaron que, al votar a mano alzada los trabajadores se condicionaban por quién tenían al lado, por lo que promovieron una votación en urna. Desde el primer día nosotros dijimos que no reconocíamos la legalidad de ese referendum, basándonos en que no teníamos unos censos de trabajadores, ya que los presentaban las propias empresas, inflados, con gente que nunca trabajó en los astilleros, votando jefes, socios de empresas, recursos humanos e inversores sin control ninguno. Cinco minutos después del cerrar, los resultados de la votación ya estaban colgados en los periódicos. Con lo cual nosotros nunca reconocimos su validez y como no había ninguna nueva propuesta decidimos continuar en huelga.

¿Se generó un vínculo entre trabajadores de empresas auxiliares y de Navantia? ¿Considera que esta huelga ayuda a superar esta barrera?

No se superó ninguna barrera porque desde el primer día el argumento por parte de todos fue que esto no era una huelga convocada por los trabajadores afiliados a cualquier organización sindical o sin afiliar a ninguno, sino que esto era una huelga de la CIG. Esto creó un clima de desinformación que confundió a la ciudadanía y a los propios trabajadores de Navantia, de que lo que estaban reclamando estos trabajadores eran los salarios y las condiciones de los trabajadores de Navantia. Y por mucho que se explicaba a los medios de comunicación que esto no era así, seguían confundiendo a la ciudadanía con que esta huelga era para lograr privilegios y no para recuperar derechos.

¿Cuáles son las perspectivas de continuidad y que acciones han pensado realizar a cara descubierta el futuro? ¿Cómo ve el futuro del naval en Ferrol?

La perspectiva de continuidad va muy vinculada al resultado de la votación que se va a hacer mañana(día 26) Vamos a acatar siempre el resultado de una votación. Si el resultado es negativo continuaremos con la huelga tal y como vinimos haciendo. Si el resultado es favorable a la propuesta que hace la patronal, suspenderemos la huelga temporalmente para sentarnos con la patronal en esa mesa y con el resto de sindicatos por primera vez, donde podemos plasmar las exigencias de los trabajadores.

Si por medio de una negociación temporal, al final el resultado no es lo que nos marcan los trabajadores, activaremos otra vez la huelga con el compromiso por parte del comité de empresa de Navantia Ferrol de que sí ese obstáculo en las negociaciones viene por parte de una propuesta conjunta de los cuatro sindicatos, contaremos con el apoyo unánime de todo el comité de empresa de Navantia Ferrol y de los trabajadores de la empresa principal.

En cuanto a las perspectivas de futuro, vamos a entrar en una época de bonanza. Actualmente hay contratos para el futuro y hay perspectiva de otros contratos a medio y largo plazo. Lo que estamos intentando es mejorar, regularizar y homogeneizar las condiciones de la industria auxiliar. La intención es que ningún trabajador de la industria auxiliar tenga que negociar individualmente sus condiciones con las empresas en el momento en que entran a trabajar, evitar la competencia desleal que se hacen entre estas empresas, evitar el abuso en materia de jornada laboral y evitar la discriminación laboral entre los trabajadores. Entramos en una época de bonanza, hay una perspectiva de trabajo futuro y entendemos que es el momento de marcar las condiciones de los trabajadores de la empresa auxiliar para que estas sean dignas.

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