Leyre Echeandía | Unas 150 mujeres de todo Aragón se dieron cita en el CSC Luis Buñuel el pasado 2 de diciembre con el objetivo de planificar y empezar a concretar distintos aspectos de la huelga del 8 de Marzo.

Como queremos que durante el proceso de construcción de la huelga haya lugar para todas las mujeres, independientemente de cuáles sean sus realidades, se habilitó una ludoteca (gestionada por nuestros compañeros) para que las madres pudiesen tener un relevo en los cuidados y trabajar en la huelga durante el encuentro.

La jornada se abrió con una presentación en la que nuestras compañeras dejaron claro el por qué de la huelga feminista y la necesidad de unir fuerzas y tejer redes entre nosotras para garantizar mejores resultados. Mediante una dinámica en pequeños grupos, pudimos plasmar cuáles eran nuestros objetivos para la huelga de mujeres y por qué la creíamos necesaria. «Que todas las mujeres sean visibilizadas, respetadas, valoradas»; «comenzar un cambio político-social», «reivindicar el futuro que queremos y nos merecemos».

Durante toda la mañana, se trabajó sobre los cuatro ejes de la huelga: cuidados y consumo, en primer lugar; y más tarde, laboral y estudiantil. Decenas de mujeres, de distintas generaciones y entornos, con un objetivo común,  organizándose y contrastando ideas en un espacio seguro.

A la hora de la comida, nos juntamos todas en un ambiente más informal, en el que pudimos estrechar lazos y conversar relajadamente. Así, cogimos energías para continuar trabajando y compartiendo a lo largo de la tarde.

Tras una puesta en común de las conclusiones extraídas durante la mañana, nos volvimos a distribuir en grupos para tratar aspectos relativos a la organización del 8M: acciones, comunicación, coordinación y estructura, jornada 8M y manifestación, financiación. La metodología de trabajo fue similar a la de la mañana.  Nos dividimos en subgrupos para facilitar una mejor comunicación y la posibilidad de intervención de todas aquellas personas que quisieran hacerlo.

Para terminar, pusimos en común todas las ideas y puntos importantes de cada comisión de la tarde. Así, todas teníamos conocimiento de los acuerdos establecidos y podíamos intervenir en caso de duda o aporte.

Antes, durante y tras la cena, nos despedimos y agradecimos el esfuerzo llevado a cabo, ya mirando con ganas hacia el encuentro estatal que se realizará en Zaragoza los días 13 y 14 de Enero. Además, cansancio, nervios y alegría inundaron nuestros cuerpos durante la jornada y los días previos. El Movimiento Feminista demuestra así que si nos organizamos,  podemos conseguir nuestros objetivos; y nos reafirmamos en nuestra convicción de que si nosotras paramos, el mundo para.

Termino esta crónica rescatando una frase de la primera dinámica del encuentro autonómico de mujeres hacia la huelga del 8 de Marzo: «La huelga tiene que servir para revalorizar el trabajo de las mujeres, para crear lazos entre nosotras, para reivindicar que los espacios también son nuestros, y para reivindicarnos colectivamente».

 

(*) Leyre Echeandía es activista feminista de Zaragoza.

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