Víctor de la Fuente | Amazon, gran referente de la economía moderna, combina hábilmente las dos esencias del modelo productivo de nuestros días: innovación tecnológica y un marco laboral notablemente flexibilizado. Éstas constituyen dos de los principales valores que sostienen la marca de la compañía. Una de las empresas con mayores ingresos del mercado mundial, su dueño Jezz Bezos alcanzó recientemente el número uno en la lista Forbes.

Más de dos mil trabajador@s componen la mayor planta de la empresa en España, situada en San Fernando de Henares, municipio industrial del sur de Madrid. Los pasados 21 y 22 de marzo la plantilla puso en marcha una huelga en defensa de sus condiciones laborales tras meses de negociaciones. Más de 90% de seguimiento en ambas jornadas marcaron un punto y seguido en las relaciones de fuerza entre trabajdor@s y empresa. El conflicto, lejos de calmarse, se vió recrudecido cuando la compañía tomó represalias contra l@s trabajdor@s, despidos y recuperación de las horas de huelga entre otras medidas. Dividiendo a la plantilla, negociando por separado con cada uno de los departamentos.

A pesar del éxito de la huelga, Amazon mantiene su intención de imponer un nuevo convenio que rebaje las ya mermadas condiciones establecidas por el marco legislativo de la Comunidad de Madrid. En resumen, una vuelta de tuerca más dentro del camino señalado por las reformas laborales del PSOE y el PP.

La plantilla sigue convencida de la necesidad de defender unas condiciones dignas que afectan a miles de trabajador@s en las distintas centrales de Amazon en Europa. Hoy más que nunca, los trabajadores cuentan con un potencial estratégico central dentro de un sector como el de la logística.
Moisés, delegado del sindicato CGT en Amazon en San Fernando, nos confirma en declaraciones a este medio “estamos trabajando conjuntamente con compañeros de toda Europa para coordinar una huelga que nos permita frenar las condiciones que se han impuesto a los trabajadores en todos los países, pero coordinarnos ante las diferentes legislaciones y tiempos supone un reto en si mismo.” Ésta se plantea para uno de los días esenciales para Amazon, el llamado “Premium Day”, en el cual las ventas alcanzan su máximo anual, superando incluso a las ventas navideñas.

Una huelga de esta envergadura no puede constituir un salto al vacío para miles de trabajadores que llevan en San Fernando una continuada lucha combinando la pasada huelga y sucesivos paros. En este sentido, CGT junto con gran parte de la plantilla, decidió poner en marcha un mecanismo esencial para la lucha de los trabajadores. Las conocidas como “cajas de resistencia” suponen una red sobre la que lanzarse a la huelga. No sólo como base económica sino como mecanismo para ensanchar el marco de difusión y trasladar más allá de los muros del centro de trabajo la lucha que allí se vive. Moisés nos reconoce en este sentido “la idea era conseguir concienciar de que podemos tratar de hacer más soportable la huelga para toda la plantilla si trabajamos juntos.” Así mismo CCOO decidió mediante un comunicado anunciar públicamente su rechazo a la medida de la caja de resistencia. A pesar de ello, los recursos de la caja contiúan creciendo diariamente y dan soporte a más trabajadores día a día.

En las próximas semanas se decidirá el camino que tomarán miles de trabajadores en el Estado español y en toda Europa. En este sentido Moisés nos aclara: “seguimos externalizando el conflicto, promoviendo la caja de resistencia, la asamblea de trabajadores y ver si el comité de empresa aprueba otras medidas y las apoyan el resto de sindicatos ya que sólos desde nuestra sección implica un trabajo casi imposible de abarcar. Explicando a cada trabajador@ los efectos del nuevo convenio frente a la campaña de desinformación que ha puesto en marcha la empresa desde el inicio.”

 

Víctor de la Fuente es miembro de la redacción de Poder Popular.

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