Pepe Mejía | “Durante su mandato, ejecutó una política de Estado represiva y cruenta donde se cometieron crímenes tan graves como los de Vitoria-Gasteiz, semana pro-amnistía, sanfermines, caso Scala…, o los ocurridos en diferentes manifestaciones habidas a lo largo y ancho del Estado español: Madrid, Málaga, Tenerife, Alacant, Barcelona…” Mientras Rodolfo Martín Villa ejerció cargos en el Gobierno -entre 1976 y 1979- se cometieron un total de 90 muertes. Por esta razón, medio centenar de organizaciones de todo el Estado han iniciado una campaña estatal para llevar a juicio a “la cachiporra de la transición”, apelativo popular para acreditar su particular dureza en aplicar la represión.

En rueda de prensa celebrada esta mañana en Madrid y, simultáneamente en Pamplona, Vitoria y Barcelona, la campaña de enjuiciamiento a Martín Villa tiene como objetivo denunciar la impunidad y el pacto de silencio y olvido de la transición. “La ley de amnistía no toca al aparato fascista”, señaló Chato Galante quién añadió: “Los crímenes están hoy presentes. Hoy siguen los torturadores homenajeados y condecorados. En junio de 2017 Martín Villa fue condecorado por el rey Felipe VI”.

Los crímenes y actos represivos del franquismo no transcriben ni pueden ser amnistiados. Verdad, justicia y reparación son derechos que han sido negados a una parte considerable de la población.

Además, según Galante, “Rodolfo Martín Villa ha sido blanqueado por ser el hacedor de la llamada democracia, el defensor de los pistoleros que reprimió al movimiento estudiantil y que como especialista en la represión llegó a ser vicepresidente de Gobierno”. También denunció que Martín Villa es un ejemplo de “puertas giratorias”. “Se le ha recompensado económicamente presidiendo Endesa, Sogecable y Sareb. Hoy es una gran fortuna, un gran empresario en este país”.

Por su parte, la abogada Ángeles López-Álvarez se refirió a la querella argentina que se puso hace años. “La jueza solicitó extraditar a Martín Villa pero el Gobierno español se negó a colaborar con la justicia argentina. Se negó incluso a una Comisión Rogatoria. O se extradita o se juzga. Como no se le extradita vamos a pedir su enjuiciamiento”.

En diversas comunicaciones dirigidas a la jueza argentina, Martín Villa ha expresado su deseo de declarar. López-Álvarez dice al respecto: “que vaya, que vaya a Argentina a declarar, nadie se lo impide. La fiscalía le protege para que no lo haga aquí. Que vaya si lo dice”.

Finalmente, Manuel Ruiz, hermano de Arturo Ruiz, el estudiante asesinado en enero de 1977 en la llamada “semana negra del 77” durante una manifestación en favor de la amnistía, pidió justicia. “Hemos recurrido a la justicia argentina porque aquí no hay justicia. No queremos que se olvide”.

La campaña tendrá varias fases. En esta primera se trabajará en el plano social y político y posteriormente vendrá la querella. El objetivo es integrar más casos. También impulsar iniciativas judiciales desde diversas instituciones, ayuntamientos y movilizaciones. Los organizadores tienen previsto ir al Parlamento europeo y al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

Entre las numerosas organizaciones impulsoras de esta iniciativa se encuentra la Asociación Manuel José García Caparrós, la iniciativa popular Sanfermines 78 Gogoan, la asociación 3 de Marzo, la Associació Memòria de Mallorca, Memoria de Mariña-Mondoñedo Lugo y familiares de Joseba Barandiaran (Gipuzkoa) y de Juan Gabriel Rodrigo (Tarragona). O la Asociación de presxs y represaliadxs de la dictadura franquista, La Comuna. Presxs del franquismo, Goldatu, Ahaztuak 1936-1977, Egiari Zor, Oroituz Andoain, Intxorta Elkartea y Gernika Batzordea.

Rodolfo Martín Villa fue ministro del primer Gobierno de la dictadura tras la muerte de Franco. Arranca en sus cargos como procurador en las Cortes franquistas, Gobernador Civil de Barcelona y jefe nacional del Sindicato Español Universitario (SEU).

Ocupa distintos cargos ministeriales que asume, desde el tardofranquismo a la Transición. Con carteras como Relaciones Sindicales (1975-76) en el último gobierno de Arias Navarro, del Interior (76-79) o de Administración Territorial (80-81), formando parte del Gobierno de Adolfo Suárez.

Martín Villa fue presidente de Endesa (entre 1997 y 2002, periodo en el que se completa la privatización de la compañía, iniciado con anterioridad), Sogecable y Sareb.

Entre tanto, entre 1993 y 1997 fue presidente de la Comisión de Control de Caja de Ahorros de Madrid, así como presidente de la Unión Chimique Belge España entre 1999 y 1997. Entre 1997 y 2003 fue vicepresidente de la Compañía de Agua de Barcelona.

En 2004 fue nombrado presidente de Sogecable, hasta su sustitución en 2010. En 2012 fue nombrado consejero de la Sareb, el llamado «banco malo», encargado de gestionar los activos de las cajas y bancos nacionalizados debido a la grave crisis bancaria.

En noviembre de 2013 ingresó como miembro de número en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Forma parte de la Asamblea de fundadores de la Fundación de la Transición Española. Otros cargos son la vocalía de FAES, la Fundación lide5rada por Aznar, y ser miembro del Patronato de la Universidad Pontifica de Salamanca.

En 1980, siendo Martín Villa ministro de Administración territorial y Antonio Ibáñez Freire, militar y jefe provincial en Santander de la FET y la JONS, ministro del Interior, apareció -en un apartamento de la calle Tutor en el centro de Madrid- el cadáver de la opositora argentina, Esther Gianotti de Molfino. Secuestrada por agentes de inteligencia argentinos en Lima fue trasladada a Madrid. Su secuestro y posterior muerte sigue en la más absoluta impunidad.

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