Redacción | El Hospital del municipio de Collado Villalba, en la sierra norte de Madrid, constituye un ejemplo claro del modelo sanitario de la derecha española, que concentra en esta Comunidad su principal laboratorio.

Varios son los meses de conflicto abierto entre la empresa Quironsalud, adjudicataria de la gestión de este hospital de titularidad pública y gestión privada, y la plantilla. Meses que vienen a confirmar lo que era por muchos denunciado, un modelo que tiene en la rentabilidad económica su principal objetivo. Y en donde recortar gastos se hace receta imprescindible para alcanzar las tasas de ganancia previstas. Los resultados no se han hecho esperar, tanto en la atencion puesta a servicio de las y los pacientes de la zona, como de las condiciones laborales en las que las profesionales del sector llevan a cabo su trabajo. Reducciones en el personal y precarización de los empleos, que acompañan la ampliación de las listas de espera y el empeoramiento en la calidad de un servicio básico como es el sanitario.

Por su parte, la administración pública, en manos del Partido Popular junto a sus socios de Ciudadanos y Vox, no tienen dudas a la hora de decidir a quien apoyar. Herederos del modelo impulsado por Esperanza Aguirre en toda la Comunidad de Madrid, avalan a la empresa privada en lugar de potenciar un sistema público de sanidad accesible y que asegure las mejores condiciones laborales posibles del personal.

La respuesta de las trabajadoras y de las vecinas y vecinos de la zona no se ha hecho esperar. Organizadas en torno a la plataforma “Hospital de Villalba en Lucha” se han puesto en marcha entorno a tres reivindicaciones que consideran básicas: por una sanidad pública y de calidad, por el fin del maltrato de Quirón a sus trabajadores y por el fin del beneficio privado a costa de la salud. Por su parte, la empresa tampoco se ha quedado de brazos cruzados. Tras meses de presiones y amenazas, finalmente han pasado a la acción, despidiendo a dos trabajadoras nombradas en julio como representantes por la plantilla. Despidos cuya pertinencia tendrá que dictaminar un juez.

Ante el avance en esta escala de privatización nuevas movilizaciones y acciones están siendo programadas. Desde la plantilla, así como vecinas y vecinos convocan este miércoles una nueva asamblea para coordinar los nuevos pasos a dar. Las trabajadoras llaman a una campaña “en solidaridad con la lucha de los trabajadores del hospital de Villalba y por la readmisión de los despedidos” y denuncian que es gracias a esta “precariedad, discriminación y represión laboral” a la que se ven sometidos, así como la deficiente calidad asistencial por la cual “nos quiere calladxs y sumisxs”.

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