Patri Amaya y Luismi Moldes | El pasado miércoles, la comunidad educativa de Cádiz se sumó a la convocatoria por la atención al alumnado con necesidades educativas específicas en Andalucía, para denunciar la situación que viven. Silvia, Patricia y Maribel, madres de alumnos con necesidades de 3, 4 y 7 años nos cuentan la situación en la que se encuentran sus hijos, que comparten centro, el CEIP Carlos III, y monitor: “Nuestros hijos solo están atendidos durante dos horas, el resto del tiempo están solos”. Este alumnado es atendido por distintos especialistas: PTIS (Monitores), PT (Pedagogía terapéutica), o logopedas, en sesiones de 45 minutos, estando atendidos solo durante esos ratos. Susana, madre de un alumno del CEIP Trocadero, de Puerto Real, nos cuenta cómo “A media mañana ya están solos, se quedan sin nadie que les dirija, mi hijo necesita alguien con él, que le dirija la actividad, puede aprender, solo necesita a alguien al lado”.

Una de ellas nos cuenta cómo cuando su hijo aún necesitaba pañales, tenía que ir ella a cambiarle. Situación que viven muchas de estas madres y padres, que se ven obligados a salir del trabajo. Cuando ese problema acabó llegó otro: el cambio de infantil a primaria, donde su hijo sufrió un retroceso al no estar acompañado, al no contar con apoyos que antes tenía. Si para cualquier alumno hay un período de tránsito entre una etapa y otra, nuevas rutinas, nuevas exigencias, etc. aún más en el caso de estos alumnos, que sin acompañamiento difícilmente pueden continuar. Algunos padres optan por quedarse un año más en Infantil, a la espera de esos apoyos que no llegan. Pero el problema no acaba a las 2 de la tarde, cuando finalizan las clases: “Mi hijo lleva más de un mes comiendo mal, ya no tiene monitor en el comedor, no come”. La razón dada: hay ocho peticiones y solo cuatro monitores.

El problema de la falta de monitores es la razón de fondo de todos estos problemas. Ignacio Casado, de CGT Enseñanza Cádiz, afirma que hay en torno a tres mil horas solicitadas, de las cuales se conceden menos de un 10% en contra del criterio de la orientación educativa. Sin embargo «la mayoría del alumnado con NEE no tiene monitor y, cuando lo tiene, no es durante toda la jornada escolar». Es decir, que durante la mayor parte del tiempo de escolarización no están atendidos adecuadamente. Estos datos nos los concreta Moisés Martín, de USTEA-STES. El sindicato cifra en 2.649 las horas semanales de PTIS solicitadas, de las cuales se han concedido solo 317, por lo que se quedan sin atender un total de 2.332 horas. Ambas organizaciones sindicales coinciden en señalar que el problema existe a todos los niveles: local, provincial y autonómico.

José Antonio Zurita, padre de un alumno del CEIP Tierno Galván, donde hay unos 30 alumnos que necesitan apoyos, nos habla del desfase existente entre las necesidades reales y las que se cubren. Mientras que el dictamen emitido por los Equipos de Orientación Educativa para su hijo indica que este necesita diez horas de apoyo a la semana, solo tiene dos horas. Así, la familia debe recurrir a contratar por su cuenta a un monitor que acompañe a su hijo, para que no se quede atrás. “Nadie nos ayuda, hasta los 6 años tenemos ayuda para la atención temprana, luego nada… 300 euros del logopeda, las clases de refuerzo…” Siguen enumerando gastos hasta los 900 euros al mes, gastos que pocas familias pueden asumir. La falta de ayudas agrava el problema.

Sindicatos y familias han protestado porque la educación es un derecho que a este alumnado se le niega. La atención a la diversidad no es un lujo, sino una apuesta por una educación pública para todas y todos. Entienden que la situación de este alumnado y de estas familias es inadmisible, pues en esas 2.332 horas que no son cubiertas hay niñas y niños que ven cómo el futuro se les escapa.

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