Pepe Mejía | Un centenar de personas se manifestaron, el pasado lunes 25 de noviembre, frente a la sede del Samur Social para exigir al Ayuntamiento que adopte medidas de protección a las familias de refugiadas que duermen a la intemperie. “Hay niños y niñas que duermen a raso y con este frío. Exigimos al Ayuntamiento que tomen medidas urgentes porque es una situación de emergencia humanitaria”.

Después de protestar ante las puertas de la sede del Samur Social en la Carrera de San Francisco, las concentradas cortaron la vía y se dirigieron, en una manifestación espontánea, a la sede de la junta municipal para exigir la comparecencia de sus responsables. A los gritos de “son personas, no delincuentes”, “ninguna ser humano es ilegal”, “a tu hijo no le harías esto”, “más recurso y menos iluminación” varias decenas de vecinos y vecinas y personas inmigrantes que fueron convocadas por sus organizaciones exigieron a los responsables municipales tomar medidas urgentes.

Trabajadores y trabajadoras del Samur Social, que también participaron en la movilización, manifestaron que estaban trabajando con protocolos de hace más de cinco años y que estaban obsoletos. “No han renovado las plantillas y ha aumentado la demanda de acogida social. Los problemas que tenemos que enfrentarnos cada día son nuevos. El perfil de las personas que demandan ayuda social ha cambiado y nuestras estructuras están intactas desde hace muchos años”.

Las concentradas manifestaron que continuaran con sus movilizaciones con el apoyo de las asociaciones de vecinos de centro, las trabajadoras del Samur Social y los colectivos de Inmigrantes.

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