Manel Barriere Figueroa | Hay lugares que te persiguen, que te alcanzan, y si no, te absorben, tiran de ti hasta engullirte. Luego te das cuenta de que ese lugar se ha quedado en ti, eres tú mismo más allá del espejo, porque no hay lugar más persistente que las personas que nos habitan. El tiempo no es nada, la distancia lo es todo. La distancia entre un viaje familiar a la antigua Yugoslavia durante la infancia y la vida, pura supervivencia, en una casa ocupada londinense en la juventud. Experiencias que como tantas otras están unidas por un vínculo inquebrantable, que a la vez las aleja y las mantiene unidas. Ese vínculo es el exilio.

Somos exiliados de nuestra infancia, de nuestros primeros amores, de nuestros desengaños, de nuestros principios y valores cuando la realidad los pone a prueba. La guerra, la muerte, la tortura, la desesperación, el hambre, la violencia. También nos exiliamos cuando la fatalidad llama a la puerta y emprendemos un camino de no retorno, un camino sin fin. Terminará, sin duda, algún día.

Isaak Begoña cuenta en su novela Londres-Sarajevo como Europa se llenó de refugiados yugoslavos, “vagabundos con su código y su estética particular, inconfundible para sus paisanos. Se les podía ver en estaciones de tren, por parques y en los alrededores de centros de acogida.” El tiempo no es nada, solo la distancia, la distancia que nos mantiene a un paso, a un solo paso, insalvable, de la realidad.

Londres-Sarajevo construye una necesaria poética de la realidad desde la experiencia. Necesaria para dar ese paso. Es un relato sobre nosotros mismos, nosotras, y nuestra historia a partir de una intimidad compartida. Los personajes de la novela tienen carne, sienten, sufren como las personas refugiadas de hoy que rondan los centros de acogida venidas de Siria o de Afganistán. Son y están más allá del papel y de la letra impresa (necesariamente impresa), porque la novela de Isaak es un viaje de ida y vuelta, que no termina nunca, a través de la tragedia y de la solidaridad. Tal vez se trate de eso, leer para saber que no estoy solo, que no lo estuve nunca ni lo estaré. 

Hay un lugar al que siempre podemos regresar. Un lugar llamado literatura. Londres-Sarajevo es ese lugar.    

Londres-Sarajevo

Isaak Begoña

Volapük Ediciones 2018

132 páginas 

9 €

Escrito por:

Manel Barriere Figueroa
Técnico audiovisual, militante sindical y escritor. Autor de las novelas No sabréis nunca (Piedra Papel Libros), La paja (Tandaia) y del poemario El Rostro oculto (Amargord).
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