Laura Andía del Val | El pasado sábado 15 de febrero la Asamblea 8M de Zaragoza organizó unas jornadas feministas bajo el lema “Juntas y fuertes, con rasmia hacia el 8M” en el Centro de Historias. Estas jornadas han sido el pistoletazo de salida hacia la huelga feminista del 8 de marzo de 2020 en la ciudad. Tras tres años de movilizaciones (uno de paro y dos huelgas feministas) esta jornada se plantea como una oportunidad de sentarnos juntas a reflexionar como movimiento sobre aquellas cuestiones que consideramos fundamentales y que el ritmo de trabajo a veces nos obliga a aplazar. La jornada se ha articulado en cuatro mesas temáticas (ecofeminismo, violencias, respuesta a la ultraderecha y cuidados y feminización de la huelga) que ocuparon todo el día y que arrojaron una reflexión feminista a algunos de los conflictos políticos más fundamentales de la situación actual. 

Como numerosas feministas han repetido a lo largo de la historia, la mirada feminista no consiste en un “añada mujeres y revuelva”, es decir, en agregar a las mujeres a la estructura y pensamiento ya existentes. Por contra, el feminismo debe suponer un cuestionamiento contundente a esa misma estructura y forma de pensar (que tiene consecuencias materiales violentas en la vida cotidiana). Es por ello que una mirada feminista desde esta perspectiva ofrece reflexiones fundamentales a la hora de comprender la conyuntura política y plantear respuestas firmes a lo que es una crisis multidimensional que ataca diariamente nuestras vidas.

Tal es la importancia de esta jornada, la cual ha arrancado con una mesa sobre ecofeminismo: “Mujeres con los pies en la tierra”. El ecologismo es un punto crucial en la agenda política actual y existe un intento de desvincular la crisis climática de su verdadero responsable: el sistema capitalista y desarrollista que antepone el beneficio a las propias vidas de las personas y el cuidado del planeta. El ecofeminismo aborda la crisis climática (que afecta especialmente a las mujeres) señalando la contradicción existente entre este sistema y la propia vida y propone soluciones en las que poner la vida en el centro se convierta en una prioridad política.

A continuación, tuvo lugar una mesa en la que se habló de violencias machistas en la que hablamos de violencia institucional y experiencias feministas para combatir las violencias. Si bien la lucha contra la violencia patriarcal es uno de los ejes principales de actuación del movimiento, también es cierto que en ocasiones esta violencia no es visibilizada en todas sus manifestaciones. Nuria Alabao señala el sistema penal como uno de nuestros retos principales, de manera que frente a un feminismo punitivista que pone el foco de atención en el aumento de penas, debemos crear un marco en el que una justicia feminista antipunitivista sea el marco dentro del cual empezar a actuar.

La tarde comenzó con la mesa “Respuesta feminista a la extrema derecha”, permitiendo una reflexión sobre las estrategias políticas del movimiento ante el auge del odio y la violencia en la calle. El movimiento feminista ha sido vanguardia en poner freno al fascismo, que ve en peligro algunos de sus principios básicos con la irrupción de la marea morada. Gran parte de esta posibilidad de frenar el odio y el ataque a nuestras vidas reside en dar una contestación organizada en la que el movimiento feminista debe ser capaz de crear alianzas y acercamientos entre distintos sectores y movimientos para una movilización amplia.

Por último, las jornadas clausuraron con la mesa “Cuidados y feminización de la huelga”, en la que abordamos una de las grandes aportaciones del feminismo al análisis político: la consideración de el trabajo de cuidados (invisibilizado, feminizado y precario) como un elemento fundamental para el sostenimiento de la vida y el funcionamiento del capitalismo. 

A menos de un mes del 8 de marzo y tras más de 3 años de organización como 8M es necesario profundizar en debates para impulsar un movimiento feminista fuerte que ofrezca un cuestionamiento radical de este sistema que ataca sistemáticamente las vidas de todxs.  Esta Jornada es un paso adelante en este propósito, recogiendo cuestiones principales a las cuales un movimiento feminista anticapitalista debe responder. Porque estamos juntas y somos fuertes, marchamos hacia una Huelga Feminista histórica, por unas vidas que merezcan la pena ser vividas.

Laura Andía del Val forma parte del eje estudiantil del 8M Zaragoza y es militante de Anticapitalistas Aragón.

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