Pepe Mejía | La próxima visita, sorpresivamente anunciada, del Presidente del Gobierno al Papa en el Vaticano se realiza en el marco de las negociaciones en el más absoluto secretismo sobre su contenido que se vienen teniendo entre el Gobierno y la jerarquía católica, que auguran concesiones gubernamentales a los privilegios del catolicismo en España.

En un comunicado difundido hoy, “Europa Laica considera que el motivo de esta visita viene impuesto por el momento legislativo y político, donde la Iglesia tiene un especial interés en condicionar, tutelar, mantener o incrementar su presencia y situación de privilegio respecto al adoctrinamiento, la moral católica y las subvenciones públicas que disfruta”.

Así, se trata de la ley de educación en debate, en relación con la asignatura de la religión en la escuela, la libertad de enseñanza y los conciertos educativos; o sobre la propuesta de ley de eutanasia; o en la anunciada modificación progresista de la ley del aborto; o respecto a la enorme financiación pública que disfruta a través del IRPF y otras partidas; o las exenciones fiscales de privilegio; o de cara a un arreglo torticero en el expolio de las inmatriculaciones y sobre los bienes de patrimonio histórico de raíz religiosa. Estos y otros asuntos están en juego, con la jerarquía católica defendiendo sus intereses y privilegios, y los gobiernos de turno mirando para otro lado”.

Europa Laica exige al gobierno que lo realmente necesario e inexcusable es la denuncia y derogación los Acuerdos con la Santa Sede de 1979, como primera medida, para avanzar hacia un Estado entroncado verdaderamente con la modernidad y el laicismo como principio indisociable de la democracia, en lugar de mantener unos privilegios confesionales que sacrifican los principios de separación Iglesia-Estado, la igualdad y el interés general en el altar de una supuesta estabilidad.

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