Daniel Mulero y Oscar Blanco | H&M es una empresa con beneficios que incluso durante la pandemia ha ganado 123M€. A pesar de ello inició un proceso de despido colectivo estatal en el que proponía más de 1000 despidos (aproximadamente un 20% de la actual plantilla) y el cierre de 33 tiendas (un 18% de las actuales). A nivel mundial tiene pensado cerrar 250 tiendas, y abrir 100 de nuevas.

Finalmente después de llegar a un acuerdo con CCOO y UGT habrá 349 despidos y se descartan algunos cierres como la tienda de L’Illa Diagonal. A cambio de disminuir los despidos los sindicatos mayoritarios han aceptado que se reduzca la jornada a 170 trabajadoras. «Tiraron por lo alto para quedar bien luego», argumenta Irene Martínez, trabajadora de H&M y portavoz del comité de huelga en Reus durante el conflicto.

A la vez H&M también prevé 400 nuevas contrataciones. Este hecho contradictorio se explica por la nueva política de precarización que quiere imponer la multinacional: sustituir trabajadoras a jornada completa por contratos de 20/24h a la semana en turnos rotativos. Así que serán salarios demasiado bajos para llegar a final de mes y horarios que hacen imposible compaginar el empleo con otros trabajos.

La empresa realizó un ERTE durante la pandemia en 2020 y después de 6 meses lo ha convertirlo en despidos. H&M, como otras empresas en procesos similares, alega que el consumidor ha cambiado sus comportamientos durante la pandemia y que las tiendas no se van a recuperar. Para la CGT es un falso pretexto ya que consideran que la pandemia solo ha acelerado la estrategia que ya tenían concebida con anterioridad de transitar hacia un modelo de ventas que potencie el comercio online.

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Según las trabajadoras consultadas por Poder Popular, la tienda de Reus, al igual que la de Tarragona, contradice la posición de la empresa ya que es un negocio muy rentable. Precisamente una de las provincias dónde ha habido más conflictividad contra el ERE ha sido la de Tarragona porque la multinacional quiere cerrar la tienda de Reus. Ese cierre va a suponer el despido a 29 personas a final de 2021 sin una posibilidad real de recolocación. Les ofrecen las plazas que queden libres en la tienda de Tarragona si hay gente que se acoja a las bajas voluntarias, pero en algunos casos supondrían drásticas reducciones de jornada. Según CGT todo esto se enmarca dentro de la estrategia para precarizar contratos y empeorar las condiciones de trabajo de toda la plantilla.

En Reus existe representación legal de los trabajadores de UGT y CCOO. Sin embargo, algunas trabajadoras consideraron que no actuaron con la contundencia necesaria, inmersos en su estrategia de minimizar despidos en vez de luchar por evitarlos, y es en ese momento donde desde la sección de CGT en la tienda de Tarragona se propone a las trabajadoras realizar unas jornadas de huelga provincial. Mientras duraba el mes de negociaciones del ERE se realizaron huelga todos los lunes y sábados. La mesa de negociación empezó el 23 de abril. Con las huelgas que empezaron en Reus y Tarragona se buscaba expandir el conflicto al resto de tiendas de H&M en todo el Estado, especialmente en las capitales de provincia.

En el País Vasco sí que se realizaron fuertes huelgas durante semanas convocadas por ELA, incluyendo todas las tiendas del territorio, no solo las afectadas por el cierre. En cambio, el seguimiento de la huelga en el resto del estado fue muy poco, desigual y muy repartido por ciudades. Por parte de CGT se reconoce que no siendo el éxito que se buscaba inicialmente, se ha podido avanzar en algunos aspectos de las negociaciones gracias a las huelgas.

La última semana de negociación desde CCOO y UGT convocaron dos jornadas de huelga de 24 horas (19 y 21 de mayo) después de haber hecho concentraciones delante de las tiendas las semanas anteriores. Para evitar dividir esfuerzos el sábado 22 de mayo se decidió en asamblea desconvocar las huelgas por CGT en la provincia de Tarragona pero seguir presionando en las negociaciones.

En el caso de Tarragona y en especial Reus las trabajadoras también se han movilizado para hacer visible el conflicto: hablar con el alcalde de Reus, acudir a la prensa local y comarcal, hacer llamamientos en todo momento a la solidaridad, piquetes y protestas visibles en los centros comerciales… La participación ha sido elevada y la respuesta de la gente positiva. De todas formas, en declaraciones a Poder Popular Irene Martinez defiende que no pueden valorar positivamente el acuerdo «porque nos vamos a la calle» y apunta que seguramente se podría haber hecho más presión, especialmente con otra estrategía por parte de los sindicatos con representación mayoritaria en la empresa.

Escrito por:

Daniel Mulero
Conductor de teleférico. Badalona. Militante de Anticapitalistes y sindicalista de CGT.
Oscar Blanco
Redactor de Poder Popular. Barcelona. Periodista y militante de Anticapitalistes.
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