El sector de la automoción en el estado español se encuentra en una encrucijada. Este sector, que emplea a 540.000 personas, acumula una combinación de crisis coyunturales y estructurales. El impacto del COVID-19, las crisis de suministro de componentes, la utilización masiva de los ERTEs y el declive en la disponibilidad de recursos energéticos y naturales. Ya hemos empezado a ver ajustes de empleo, despidos y cierres en algunas plantas de automoción. Al mismo tiempo, durante los próximos meses vamos a asistir a la enésima transferencia de dinero público a este sector a través de los PERTE y los fondos europeos.