Eleni Portaliou, Katerina Sergidou, Nicolas Kolitas (*)
Campos de fútbol para todos. Esa es la nueva promesa del gobierno Syriza-Anel que está dando suelo y agua a los acreedores. Atrapada en un callejón político cambia su estrategia comunicativa y ya no promete (aunque sea una mentira) ni la eliminación de la corrupción. Todo lo contrario, ahora se negocia abiertamente con los empresarios de los grandes equipos de fútbol, prometiendo campos en todas partes, aplicando una nueva doctrina: «Panem et circenses» para los pobres votantes.
¿Y quiénes son esos empresarios? Los grandes empresarios usan la popularidad que les da el poder de fútbol para impulsar sus intereses. La historia del mundo de fútbol griego está llena de acciones ilegales y falta de transparencia. En este contexto se forman grupos violentos de aficionados dentro y fuera de los campos, con a veces discursos xenófobos que actúan como ejército de los empresarios.
En lo que referente a los accionistas mayoritarios de PAE (Sociedad Anónima de Fútbol) también ganan, ya que no solo no pagan por los campos y las instalaciones de fútbol sino que también esquivan la normativa medioambiental y urbanística recogida en las reglamentaciones para el funcionamiento de la ciudad de Atenas.
Campos para todos cueste lo que cueste. Sin la opinión de las sociedades locales, sin el más elemental cuidado ambiental, sin objeciones a los grandes empresarios. Y así en medio de un largo período de negociación para el cierre de la segunda evaluación, una parte de la sociedad totalmente desorientada espera campos de benefactores.
La lucha de Goudi
No han pasado muchos días desde que el primer ministro Alexis Tsipras con el pretexto de un programa para la regeneración urbana de Atenas después de un mitin con el alcalde de Atenas Kaminis (Pasok) declaró la idea de la construcción de un campo del Panathinaikos en el parque Goudi, el ultimo pulmón verde de la ciudad. La construcción de un campo enorme junto con el resto de las obras que lo acompañarán (centros comerciales, garaje) apartará la comunicación de la ciudad (física y visual) con el macizo de Imittos, degradará sus estribaciones y las secciones forestales protegidas, arruinará centenares de hectáreas de verde que hasta ahora eran libres, incluido el río de Ilissos y privará a los ciudadanos de la posibilidad de la creación de un parque de vegetación alta y densa que constituye una demanda permanente de los movimientos ciudadanos. Hay que subrayar que Atenas posee la más baja proporción de espacio verde-habitantes de la U.E (solo 2,5 m² cuando el límite internacional de supervivencia es 10 m²/habitante.
El fanstasma olímpico
Pero el campo en Goudi no es la única promesa del gobierno griego. Una serie de equipamientos inmobiliarios olímpicos que son propiedad del pueblo griego y que además fueron construidos con la sangre de los inmigrantes que trabajaron como esclavos para construirlos,. Pues bien, estos inmobiliarios decadentes que han pasado al superfondo de privatizaciones y ahora forman parte del apetito de la mafia empresarial, están ahora en peligro. Los equipos de Olimpiakos y Panathinaikos piden estos campos para su explotación comercial. En una noche las instalaciones deportivas pasan a manos de los empresarios en lugar de utilizarse para beneficiar el deporte de masas.
El caso de Nea Filadelphia y la destrucción de la democracia
En el municipio de Attica llamado Nea Filadelphia-Chalikidona creado para los refugiados que vinieron de Micra Asia en 1922, la democracia está hoy en peligro. Ultra violentos y muy bien organizados fans de AEK (equipo de futbol), con el apoyo de un empresario muy rico desde 2014, ejercen prácticas ilegales contra el gobierno municipal y el alcalde Aris Vasilopoulos. Recientemente ocuparon la acadia, continuamente vandalizan y hacen ataques físicos a los concejales del municipio y cualquier persona que no está de acuerdo con ellos. La vida del alcalde y de muchos concejales y solidarios está en peligro. El objetivo de estos actos es la construccion de un masivo campo del fútbol en la ciudad de Filadelphia, en lugar del viejo campo, demanda que hasta ahora el gobierno municipal no acepta. La policía y el gobierno tolera esa situación y presionan el alcalde a aceptar la construcción del enorme campo. Últimamente el gobierno de Syriza, aprobó una nueva ley que quita de los municipios el derecho y la capacidad de decidir sobre si obras tan grandes pueden ser construidos en las ciudades. Los planes para este campo destruyen totalmente el parque de Nea Filadelfia, el casco histórico del siglo pasado y no respetan el planeamiento urbanístico. Un campo de 32.000 hectáreas y de 27 metros altura con centros comerciales y miles puestos de aparcamiento que modificará para siempre la identidad de la ciudad.
Ni el alcalde ni la mayoría de los habitantes aceptan esa realidad. Un movimiento de solidaridad que incluye grupos municipales, concejales de la izquierda, organizaciones ambientales, escuelas y hospitales públicos, sindicatos, universitarios y estudiantes están uniendo sus fuerzas para proteger al municipio y al propio alcalde, aunque también es mucha la gente que todavía no ha entendido la gravedad de esos planes. Desafortunadamente, una mayoría de los fans, entre ellos muchos jóvenes sin trabajo, el «orgullo» de tener un campo tan grande en su municipio se convierte en un objetivo de vida.
Es evidente que el gobierno trata de construir puentes con parte del capital riesgo y la mafia del fútbol, el mismo tiempo que agrupa audiencia electoral ofreciendo panem et circenses. El gobierno no duda en negociar con los empresarios de la corrupción como hizo el verano pasado con los dueños de los canales.
Tierra y libertad
El movimiento de defensa a los espacios libres necesita la solidaridad internacional. La protección del espacio publico y de los últimos pulmones de verde, la lucha por la protección del medio ambiente es una lucha no solamente contra el gobierno y los grandes intereses, no es solamente una lucha contra los momerantos y la Troika. Tampoco es una lucha secundaria. Es una lucha por la democracia, nuestras vidas y nuestra dignidad. Y por cada trozo de tierra y cada aliento, ahora mas que nunca, vale la pena luchar por la democracia y la libertad.
(*) Eleni Portaliou es universitaria en la escuela de Arcitectura en Atenas, activista de los movimientos de ciudades y espacios libres, ex líder del grupo municipal de Syriza en Atenas «ciudad abierta».
Katerina Sergidou es investigadora de cultura y comunicación, Fundación de investigación social, económica y histórica Comuna, activista y miembro de la Red Roja.
Nicolas Kolitas es miembro de la redacción de Rproject y activista del movimiento estudiantil.