Entrevistamos a Alfredo Sabada, miembro del Comité de Empresa de Mahle por CGT. La fábrica Mahle lleva más de 60 años instalada en el municipio de Vilanova i la Geltrú (Barcelona, comarca del Garraf), con una enorme relación con el territorio. Ahora la dirección plantea un cierre fulminante de la fábrica y estan en riesgo 350 puestos de trabajo. Ya han empezado las diferentes reuniones entre la Representación de las Trabajadoras y la Representación de la Dirección de momento sin avances. 

Ponnos en antecedentes de cómo ha sido el proceso. ¿Cuál es la propuesta de la empresa? 

Primero de todo, hay que decir que venimos de una negociación que finalizó en este pasado septiembre para un convenio de dos años. En este sentido, sorprende que la dirección de una empresa tome la decisión de cierre pocas semanas después de firmar el acuerdo de un nuevo Convenio. El 17 de noviembre nos convoca la dirección a una reunión y acuden a ésta los departamentos de recursos humanos a nivel europeo, a nivel de la zona ibérica y también el director jefe de la división donde se inserta la fábrica de Vilanova. Para que se entienda, Mahle es una gran empresa, con muchas ramas empresariales y la planta de Vilanova está dentro del segmento dedicado a la fabricación de pistones. En esta reunión nos comunican que quieren cerrar el 28 de enero de 2022 y que van a empezar los trámites pertinentes. 

En ese momento, nos podíamos temer algo porque había un run-run en la plantilla, pero en ningún caso pensábamos que fuera un cierre que implica dejar a 350 familias en la calle, con todo lo que implica para Vilanova i la Geltrú y el resto de la comarca. Que el 17 de noviembre te planteen que van a cerrar la fábrica el 28 de enero, para nosotros, los trabajadores, es como una puñalada por la espalda puesto que te deja prácticamente sin tiempo de reacción. Es la gran traición que nos ha hecho la dirección. Cuando le hemos preguntado por esto mismo al gerente nos dan falsas excusas. No han hecho nada para evitar el cierre de la planta. Si de verdad quisieran vender la planta a otra empresa, deberían haber hecho un plan de reindustrialización, hablar con los agentes sociales e ir todos juntos a intentar encarrilarlo. Esto no ha ocurrido en ningún momento.

¿Cuál es el ambiente entre la plantilla?

En estos momentos, ya se ha formado la comisión negociadora y solo tenemos los treinta días que marca la ley para llegar al término del expediente de cierre, aunque se podría ampliar si hubiere voluntad por ambas partes. Al principio la plantilla estaba en estado de shock, pensando que hará con su vida en fechas tan señaladas como las que vienen. Queremos demostrar nuestra más absoluta condena a esta puñalada por la espalda por parte de la dirección. Con la reflexión de qué vamos hacer, contando que cada persona tiene su realidad y le afectará de forma distinta, no es lo mismo tener 50 años que 60 y pico, y el poco tiempo de margen, le pedimos a todas las instituciones, desde las locales hasta la Generalitat y a nivel estatal, que además de tener buenas palabras con nosotros y mostrar su apoyo, se pongan las pilas y medien en este conflicto con quien tengan que hacerlo. Que hablen con el cónsul y el embajador alemán, con el gobierno del Lander de Alemania de donde es Mahle, para que se les de la oportunidad de seguir trabajando a los trabajadores de la planta de Vilanova, aunque sea produciendo nuevos productos o que se venda a otra empresa. Lo que pedimos sobretodo es tiempo para encontrar una alternativa. No estamos hablando de indemnizaciones, estamos hablando de mantener los puestos de trabajo. La situación es muy crítica para la comarca ya que Mahle es una de las tres grandes empresas que quedan en el territorio. Si la cierran, solo van a quedar puestos de trabajo destinados al turismo de sol y playa.

Existe una lista de empresas que estaban interesadas en el proyecto de reindustrialización de la Nissan que también podrían estar interesadas en las instalaciones de la planta de Vilanova, pero para ello se necesitaría también tiempo. ¿Si se consigue más tiempo podría ayudar a resolver la situación de cierre?

Estamos en contacto con las instituciones, pero prácticamente no ha habido tiempo de reacción. Hará falta margen para empezar todo este proceso y pueda haber un proyecto serio en la mesa. Hemos de ser conscientes que los plazos van pasando y Mahle no está pensando en esperar a nadie. Queremos una salida digna para todos los trabajadores, teniendo en cuenta la casuística de cada uno. Nosotros podemos presionar hasta un cierto punto. Luego, la verdadera negociación con las empresas que puedan hacerse cargo de un nuevo proyecto lo deben hacer el Departament de Industria de la Generalitat y los Ministerios de Industria y de Empleo del Gobierno del Estado. Deben encargarse de reunir una mesa como la que hay en Nissan y presentar un proyecto para la planta de Vilanova. Hay posibilidades de crear alternativas de producción que aprovechen la planta y su maquinaria actual. Además, hay que sumar la capacidad de una plantilla con mucha experiencia en el sector y un capital humano que no se puede dejar perder. 

El gran problema de fondo es que la actual ley permite el cierre de empresas, que las deslocalicen para ganar más dinero, y solo tengan que pagar unas pequeñas indemnizaciones. Mahle es una multinacional que en esta planta ha estado produciendo piezas para marcas de coches de lujo, durante la pandemia no ha parado en ningún momento con un ERTE de dos semanas, y ahora se marcha poniendo excusas sobre los coches eléctricos y la escasez de microchips, cuando la realidad es que van a ir a producir a Portugal y a Polonia porque les sale más barato. Mahle seguirá estando en el sector, ha comprado varias plantas también en España que se dedican al sector electrónico. Compra y vende plantas según cual le sea más rentable, sin importarle las familias que dejan en el paro. Podrían traer otros productos para producir, pero no quieren hacerlo.

Respecto al tema de los Fondos Europeos (Next Generation) para el sector del automóvil, hay que decir que Mahle va a recibir fondos para las factorías de Motilla (Cuenca), Palencia (Palencia), Paterna (Valencia). Llama la atención que el Gobierno va a permitir que le lleguen fondos públicos a una empresa que está dejando gente en la calle. 

Ahora estamos en la situación de empezar a movilizarnos, de coger ideas, de cohesionar la plantilla haciendo muchas asambleas e intentar que todos vayamos a una. Decir también que nosotros sí que creemos que es posible la reindustrialización. Es nuestra solución. En Montblanc (Barcelona) hay otra factoría enorme donde también podría ir la gente a trabajar. Mahle tiene recursos de sobras para incluso abrir una nueva planta si así quisieran. 

A nivel europeo también hay una organización sindical dentro de la empresa. ¿Puede suponer algún tipo de apoyo del resto de trabajadores de otros territorios? 

En los últimos diez años Mahle ha cerrado plantas en Italia, Alemania o Francia. El comité europeo es un órgano de información que sólo sirve para que se puedan traspasar las realidades que se viven en cada planta, pero más allá de ello no se hace ninguna coordinación entre los distintos centros. Creo que los comités europeos, no solo el de Mahle, no sirven para coordinar la lucha obrera, que es para lo que deberían servir. Debería ser una herramienta básica y vital con un enorme poder, pero no es así. Son meros órganos informativos.

Recordar a nuestros lectores que habrá una gran manifestación para el próximo 4 de diciembre en la Plaça Vila de Vilanova i la Geltrú a las 12h en la que están convocadas trabajadoras, vecinas de la comarca y organizaciones y movimientos sociales del territorio para presionar a las Administraciones para que actúen en este nuevo sangrante cierre.

Entrevista realizada por Cesar Aragón y transcrita y editada por Daniel Mulero

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