Juan Tortosa | Los resultados de las elecciones Federales de este domingo, en la tranquila Suiza, eran la crónica de una victoria anunciada, quizás no en las proporciones definitivas, pero todos los pronósticos lo auguraban y los resultados lo han confirmado: avance de los Verdes, en sus dos versiones, la neoliberal (Verdes-Liberales con 16 diputadxs y 8% de votos) y la de tintes moderados de WNew Green DealW Los Verdes (con 27 diputadxs y 13%).

Retroceso del PS en todos los cantones, obteniendo sus peores resultados desde 1919, pero sigue siendo el segundo partido a nivel nacional con 17 % de votos. La derecha en todas sus vertientes, incluidos los Verdes Liberales, siguen contando con mayoría holgada en el Parlamento nacional y podrán seguir imponiendo sus políticas neoliberales. Una pequeña esperanza, en la parte francófona, la elección de dos diputadxs de la izquierda radical: una de ellas miembro de SolidaritéS en Ginebra y otro del PC en el cantón de Neuchâtel. En el cantón de Vaud le han faltado solamente 17 votos a la candidata ecofeminista de Solidarités para ser elegida diputada. Sigue habiendo una debilidad estructural en la parte suiza-alemana e italiana de una izquierda radical con un fuerte anclaje social, al contrario que en la parte francófona.

El nuevo Paramento tendrá una cara más joven y más feminista. Esto es el reflejo de las dos movilizaciones más grandes que ha vivido el país en su historia reciente: la de lxs jóvenes en defensa del clima, que llevan más de cinco huelgas con participaciones masivas, y la huelga feminista del 14 de junio, que vieron salir en las calles más de 700.000 mujeres y hombres pidiendo igualdad y rechazando la discriminación salarial. Ha sido el Partido Los Verdes quien a capitalizado en gran parte los votos de estas dos movilizaciones. Aunque poco se puede esperar de ellos, conocemos como el partido de Los Verdes y los socialistas en muchos cantones en los que gobiernan, son los fieles gestionadres de una política antisocial y en algunos casos antiécologica. En la parte francófona estos dos partidos practican una política más de “izquierda” ya que cuentan con la presión permanente de organizaciones a su izquierda. En la parte alemana, la mas importante económicamente y en población estos dos partidos son bastantes moderados y se mantienen en compromiso permanente con la derecha.

A pesar de un contexto difícil y con poco eco mediático, Solidarités, ha sabido defender, en particular, las demandas de la huelga feminista y la huelga climática, defender la justicia climática, la reducción masiva del tiempo de trabajo, la igualdad de derechos, la lucha contra todas las formas de discriminación, así como la solidaridad con los pueblos explotados y las personas migrantes, todo un programa anticapitalista en el templo del capitalismo.

Los partidos de la derecha, piensan que esta avalancha verde es una moda pasajera y los Verdes, en sus dos versiones, con argumentos y explicaciones diferentes, piensan que la cuestión climática podrá resolverse en el marco del sistema capitalista verdeciendo un poco sus proposiciones. En el cantón de Ginebra, la lista de “Solidarité por una Ecologia Anticapitalista” ha sacado un pequeño buen resultado (1,8%) (el complejo sistema electoral suizo permite tener muchas listas de una misma formación política y que todos los votos vayan a la lista más votada, sin pérdida de votos y que incluso si el conjunto de las listas de una formación política no obtiene los suficientes votos para obtener diputadxs estos votos no se pierdan y vayan a otras organizaciones de izquierda o a los Verdes que si han obtenido representación parlamentaria, si previamente ha habido acuerdo para que sea así. En este contexto, desde Solidarités contábamos con 4 listas en Ginebra, la principal, una lista propiamente lista feminista, otra centrada en la solidaridad sin fronteras y la lista mencionada anteriormente por una ecología Anticapitalista.

El cambio climático y la destrucción del planeta desgraciadamente van a continuar y los programas respetuosos con el capitalismo tienen su tiempo agotado, tenemos cuatro años para construir un espacio por una ecología anticapitalista, ecofeminista e internacionalista. Estos pequeños resultados y nuestra implicación en los movimientos sociales nos van proporcionando alas en nuestra tarea.

Juan Tortosa es miembro del Groupe ecosocialista de Solidarités.

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