Sindicalistas, militantes políticos y activistas de los movimientos sociales rompen las fronteras y abordan los temas ecológicos claves de nuestro tiempo.

Manuel Garí | En València se ha celebrado una reunión bajo el título “Jornada estatal sobre decrecimiento y clase” que sienta un precedente en el buen camino a seguir. Uno de los escollos con los que tropieza el ecologismo es su escasa audiencia en el movimiento obrero. Una de los principales retos del sindicalismo es romper con el pacto productivista que le ata a los planes patronales. Cuestiones importantes porque sin el concurso de la clase trabajadora -que es el eje e la mayoría social- difícilmente puede combatirse al capitalismo, causante en última instancia de la crisis ecológica.

Y, a su vez, es lógico afirmar que las principales víctimas del cambio climático y sus efectos devastadores serán los pueblos del Sur global, las y los trabajadores y las y los campesinos. El punto de vista explícito de quienes organizaron el encuentro es abordar la transición ecológica asegurando una vida digna para la clase trabajadora.

Juntarse para dialogar es un primer paso

Unas docenas de personas con adscripciones de izquierda, pero muy diversas, han reflexionado en conjunto “a puerta cerrada” y sin buscar el aplauso del público. Han puesto en común su análisis de la crisis civilizatoria actual y sus propuestas para una transición ecosocial desde la perspectiva más favorable para la mayoría social basada en el internacionalismo y la justicia social.

El primer dato para retener es qué organizaciones acudieron. Ello en sí mismo es un dato político. Se debe y se puede buscar puentes para hacer agendas comunes y poner en pie fórmulas de unidad de acción. Vale la pena enumerarlas porque junto a un panel de científicos/as expertos en las diversas materias tratadas -cuyo concurso es imprescindible- participaron representantes de las organizaciones sindicales CCOO, CNT, Intersindical Valenciana, Intersindical Catalana y LAB. Varias de esos sindicatos tuvieron un papel activo junto al PCE-PCPV y Anticapitalistas en el impulso de las jornadas. También se contó con la presencia activa de representantes de una amplia gama de colectivos del movimiento ecologista: Ecologistas en Acción, Rebelión Científica, Extinction Rebellion, Amigues de la Terra, Red Española para el Desarrollo Sostenible y Research and Degrowth.

Los dos focos de atención en el debate fueron las consecuencias de la crisis ecológica sobre el empleo y cómo impulsar una transición ecológica que reduzca el consumo energético y material asegurando unas condiciones de vida digna para la clase trabajadora. Se presentaron varias ponencias a cargo de personas expertas y tuvieron lugar distintos debates en mesas de trabajo, constituyendo en su conjunto una buena batería de propuestas muy útiles para la acción sindical centrada en la mejora de la situación de las y los trabadores y en combatir la crisis climática.

Algunos nombres y apellidos de quienes participaron fueron: Irene Calvé Saborit, del Partit Comunista del País Valencià (PCPV) y miembro del grupo de Energía y Medio Ambiente del Partido Comunista de España (PCE), junto a Martín Lallana, militante de Anticapitalistas y miembro del Área de Ecosocialismo de la organización. Erika González, coordinadora confederal de Ecologistas en Acción, Jason Hickel, catedrático del Instituto de Ciencia y Tecnología Medioambiental de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB) quienes ofrecieron una introducción política a la crisis ecológica y a las propuestas del decrecimiento, y describieron cómo deberían transformarse diferentes sectores laborales.

Posteriormente, Stefania Barca, investigadora de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), y Jaime Nieto, doctor en Economía de la Universidad de Valladolid (UVa) hablaron sobre el rol que juegan los trabajos de cuidados, sobre las consecuencias macroeconómicas de la crisis ecológica y sobre cómo debería planificarse una transición ecosocial decrecentista desde una perspectiva de clase.

De este modo se abordaron los retos que supone para la clase trabajadora la transición energética y la crisis ecosocial, y en particular su repercusión sobre el empleo.

Un frente de clase para afrontar la crisis ecológica

En los debates en las mesas de trabajo entre representantes sindicales, colectivos ecologistas y organizaciones políticas, se analizaron las consecuencias que el llamado capitalismo verde puede provocar sobre la clase obrera y el modo en que se debe responder conjuntamente.

Asimismo, se analizaron las demandas y reivindicaciones que deberían impulsarse para lograr ese decrecimiento planificado y de clase. Se abordaron diferentes posibilidades para avanzar en ese proceso y respecto a las estrategias sindicales a desarrollar. Se debatió cómo anticipar los conflictos laborales del futuro y qué aprender de las experiencias desarrolladas hasta ahora.

Esta jornada en València enfatizó la importancia de crear un frente de clase con el que abordar esta cuestión fundamental para el planeta y para las y los trabajadores.

Análisis y conclusiones

Se identificó la irrenunciable pulsión al crecimiento consustancial al modo de producción capitalista como la principal causa de la crisis ambiental y de materiales que afronta la humanidad, y se insistió en la incompatibilidad entre el desenfreno productivista y consumista intrínseco al capitalismo y la solución humanista, en el sentido marxista del término, de los problemas planteados por la crisis ecosocial y los retos de las nuevas tecnologías de la producción.

Asimismo, se puso de manifiesto la desigualdad que existe entre la huella ecológica de las élites y países privilegiados y la de las clases trabajadoras y países no occidentales, mostrando el carácter de clase del problema.

Se analizaron también las variantes “green new deal” de la respuesta capitalista de la Unión Europea, mostrando sus límites. Se convino en denunciar el “lavado verde” como cortina de humo de los megaproyectos de reconversión ecológica del capitalismo, poniendo de manifiesto las limitaciones intrínsecas de la electrificación y la turistificación entre otros. También se denunció que una parte importante de los fondos europeos ‘Next generation’ en el caso español vayan dedicados a turismo y construcción.

La clase trabajadora, sus sindicatos y los movimientos populares, según l@s participantes, han de transformar su cultura y sus modos de acción en consonancia con la urgencia de la crisis ecosocial. El sindicalismo en la fase actual ha de ir más allá de la problemática del empleo en la empresa y cobrar una dimensión sociopolítica acorde a la naturaleza global de la crisis y de la respuesta capitalista a la misma.

Hubo consenso en que la lucha contra las consecuencias de la fase de “reconversión ecológica” en que ha entrado el capitalismo requiere nuevas formas de acción sindical y de coordinación entre los sindicatos y los movimientos de resistencia popular, así como de intervención en los medios de comunicación, tejiendo redes de alianzas amplias.

Para encarar las consecuencias de la necesaria transformación de las sociedades dictada por la crisis ecosocial, la clase trabajadora debe luchar por cambios estructurales que eviten que los trabajadores y las trabajadoras sean quienes acaban pagando las medidas “verdes” de los gobiernos capitalistas. Algunas de las propuestas políticas mencionadas a lo largo de la jornada fueron: (1) la creación de un servicio estatal de empleo garantizado, dirigido a los sectores económicos que satisfacen las necesidades sociales básicas: educación, salud, vivienda, agua, transporte, energía; (2) que el estado posea en sus manos los instrumentos financieros para orientar el crédito hacia estos sectores de los que dependen las necesidades sociales, y no hacia proyectos y megaproyectos cuya única justificación es el beneficio de los inversores; (3) disminuir, en expresión de las personas que allí estuvieron, el poder de compra de las élites ricas, cuyo consumo es el de mayor huella energética.

La jornada concluyó constatando la posibilidad de diálogo fructífero entre las diversas tradiciones participantes, no dando por concluido el trabajo y abriendo la posibilidad a futuros encuentros.

Decrecimiento y pensamiento ecosocialista

Según lo concluido en las jornadas, el decrecimiento describe un conjunto de teorías científicas y propuestas políticas que están acumulando cada vez más consenso en el ámbito académico. Se afirma que para hacer frente a los retos ecológicos del presente –como el calentamiento global, el agotamiento de recursos materiales o la pérdida de biodiversidad– los países del Norte global deben reorganizar sus economías para poder reducir el consumo de energía y materiales. Se trata, en opinión de quienes se reunieron, de abandonar la dependencia estructural respecto al crecimiento económico, sin el cual se producen las recesiones, aumenta el paro y se recortan los servicios públicos.

Estos planteamientos han sido recogidos por el pensamiento ecosocialista, desde donde se aboga por un decrecimiento justo, planificado y con perspectiva de clase. Es ahí donde adquieren una enorme importancia los espacios de lucha y conflicto sindical. Son muchos los sectores laborales que se van a transformar durante los próximos años, y la clase trabajadora no puede ser un sujeto pasivo de estos cambios.

El gran logro de la reunión ha sido el de generar un diálogo útil y fructífero de cara a los enormes retos políticos, sociales y sindicales que supone la crisis ecológica.

Escrito por:

Manuel Garí Ramos
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