Daniel Marie-Richard | En la Universidad Carlos III de Madrid, la asociación Abrir Brecha ha lanzado una campaña exigiendo a la universidad que rompa todas sus relaciones con el estado de Israel y con las empresas que se lucran del genocidio. Pero, ¿Qué vínculos tiene la universidad con Israel? ¿Por qué es necesario acabar con estos?

Desde el pasado 7 de octubre hemos observado una intensificación en los ataques de Israel sobre Gaza, sin embargo, esto es algo que viene desde muy atrás. En las últimas décadas, el estado de Israel asesina a los palestinos y coloniza sus tierras de forma sistemática, llevando a cabo una política de apartheid. El objetivo del sionismo es acabar con la población palestina, con su estado y su cultura. Esto se ha visto claramente en estas semanas, donde hemos podido observar como los ataques se dirigían a campos de refugiados, hospitales o escuelas. Un dato que nos hace ver esto con una mayor claridad es que desde el 7 de octubre ya han muerto más de 11000 personas, de las cuales un 40% eran niñas.

Ante esta situación, la comunidad internacional se posiciona con los asesinos y, por tanto, son cómplices del genocidio que se está viviendo en Palestina. En ese contexto surge la campaña de Boicot, desinversiones y sanciones a Israel. Esta campaña busca presionar para que los gobiernos, instituciones y empresas dejen de apoyar al estado de Israel económicamente, impongan sanciones y no se les normalice como un estado legítimo.

En el marco de esta campaña está presente el boicot académico. Se le exige a las universidades que rompan sus relaciones tanto con las universidades israelís como con las empresas que se lucran con el genocidio del pueblo palestino.

Aparte de esto, también es importante exigir a la universidad que defienda la resistencia del pueblo palestino y que haga un comunicado defendiendo la libertad de expresión en los espacios universitarios. Esta demanda se plantea, con motivo de la prohibición en universidades europeas de la exhibición de la bandera o el pañuelo palestino, y ante los ataques a pancartas en solidaridad con Palestina que se producen, por ejemplo, en la Carlos III de Madrid con el silencio de la universidad. También hay que destacar la represión que sufren las estudiantes israelíes que se solidarizan con el pueblo palestino en sus universidades. Contra todas ellas se están abriendo expedientes de expulsión con el objetivo de evitar que se propague el antisionismo entre la población más joven.

En este contexto, la campaña de Abrir Brecha plantea que es inadmisible que la Universidad Carlos III mantenga convenios con universidades israelíes y normalice tanto al estado de Israel como la represión contra el alumnado. Tampoco se puede permitir, que una universidad que es un espacio de debate no se pronuncie frente a la censura en universidades con las que colabora, o con los ataques a pancartas en su propia universidad.

Más allá de esto, lo que señala principalmente esta campaña son los vínculos con universidades y empresas que financian el genocidio palestino, y, por tanto, son responsables de este. La Universidad Carlos III de Madrid tiene convenio con la universidad Hebrea de Jerusalén y con el centro interdisciplinario Herzliya. Empecemos estudiando la relación de la universidad Hebrea con el sionismo. Esta universidad tiene el programa militar Talpiot, patrocinado por la Fuerza Aérea y el Ejército de Israel, por el cual, los graduados pueden cursar estudios militares superiores mientras sirven en el Ejército, utilizando así su experiencia para fomentar la investigación y el desarrollo de tecnología militar. Además, la Universidad Hebrea participa en la confiscación de tierras palestinas en Jerusalén, puesto que algunas residencias de estudiantes se encuentran en una colonia ilegal.

Por su parte, el centro interdisciplinario Herzliya tiene un “cuartel general civil” en el que los alumnos se prestan a ejercer de altavoz de la campaña de propaganda en el extranjero. A esto hay que sumarle que existen en este centro dos centros «particulares» de investigación, dirigidos ambos por ex altos cargos del Mossad, agencia de inteligencia israelí.

Pero los vínculos de la Universidad Carlos III de Madrid con el sionismo no se quedan ahí. La universidad tiene acuerdos con multitud de empresas que financian el desarrollo de armamento, sistemas de vigilancia usados en el muro de Gaza, o que se lucran extrayendo recursos de tierras palestinas. Algunas de estas empresas son Microsoft, INECO, Sony, Hp, CocaCola… Entre todas estas empresas que tienen distintos tipos de acuerdos con la Carlos III destacan El Corte Inglés y el Banco Santander, que tienen una gran presencia en la universidad, disponiendo de oficina ambas empresas en el campus de Getafe. Estas dos empresas no solo tienen un importante papel en la financiación de la universidad, sino que financian y se lucran con el apartheid israelí.

El Banco Santander lleva años financiando negocios en colonias ilegales israelíes y es una empresa fundamental en la financiación del desarrollo de armamento a nivel global, y también en Israel. Además, también podemos señalar que en el pasado esta empresa ha rechazado la apertura de cuentas bancarias a estudiantes palestinas que habían venido a formarse al Estado Español. Por su parte, el Corte Inglés lleva desde 1979 vendiendo productos israelíes, aun siendo producidos en territorios ocupados.

Por todos estos motivos, Abrir Brecha exige que la Universidad Carlos III de Madrid rompa todos sus vínculos con las universidades israelíes y con todas aquellas empresas que financien de cualquier forma el apartheid. Aunque parezca algo imposible, universidades como la de Johannesburgo ya han cortado sus vínculos con universidades israelíes. No podemos seguir permitiendo que la universidad pública patrocine el genocidio Palestino.

Escrito por:

Daniel Maire-Richard
Militante de Abrir Brecha UC3M y Anticapitalistas.
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