Área LGTBI de Anticapitalistas | Tras la entrevista al activista LGTBI y militante de Anticapitalistas Francis Reina, charlamos con Mar Cambrollé: Activista por los derechos humanos del Colectivo LGTBI, presidenta de ATA-Sylvia Rivera, de federación Plataforma Trans y Pportavoz en Europa de RESPETTTRANS. Su lema: nosotras somos resistencia. Le preguntamos por sus inicios en el activismo LGTBI y los retos del movimiento.

 

Nos gustaría que nos hablases sobre qué significado tiene para ti el día del Orgullo.

El día del Orgullo tiene una simbología histórica y me recuerda la necesidad de la lucha y la movilización para la conquista de derechos. Significa levantarse con dignidad para decir ¡basta! a sistema opresivos; sistemas que en el 69 tenían que ver mucho con la arbitrariedad de detenciones, palizas y vejaciones por parte de la policía hasta que un día dio lugar a revueltas y de ahí el que se realice anualmente celebrar el Orgullo como un día de lucha, por un lado, pero también como un día de celebración de los avances que vamos conquistando, sin olvidar lo que aún nos queda para conseguir una igualdad plena. Cabe preguntarnos: ¿es incompatible lucha con fiesta? No, no lo es; la lucha con fiesta no significa que el Orgullo caiga en manos de marcas comerciales o caiga en manos de instrumentalizaciones políticas que controlen el mensaje y el contenido de nuestras reivindicaciones.

https://twitter.com/AbrirBrechaMad/status/1409565422781882378

 

¿Cuándo comenzaste a participar del movimiento LGTBI? ¿Qué motivo te llevó a ello y cómo fueron esos inicios?

Me tengo que remontar a cuando tenía 17 años y aun vivía sin conocer cual era mi identidad. Yo aprendí viviendo y encarnando lo que se decía de mí desde fuera para dentro y así viví creyendo que era un maricón hasta los veinte años, no sin antes preguntarme porqué en aquella época nos podían meter presas solamente por amar o ser diferente. Un día cae en mis manos una revista que traía un dosier dedicado a la homosexualidad y ahí, como si se me encendiera una bombilla, descubrí que la represión de la homosexualidad tenía que ver más con causas ideológicas que enfrentaban a un sistema de organización patriarcal de la sociedad donde lo necesario eran las parejas heterosexuales que producían hijos para seguir transmitiendo la ideología fascista y para tener mano de obra barata para el capitalismo. Entendí esto como un análisis marxista de la homosexualidad y me dije: soy maricón, pero seré un maricón revolucionario. Intenté organizar a la gente aquí en Sevilla en lo que fue la primera organización que tuvo lugar en Andalucía que se llamó “Movimiento homosexual de acción revolucionaria”.

En junio del 78 convocamos aquí en Sevilla lo que fue la primera manifestación pública por los derechos del colectivo LGTBI; una manifestación que llegó al palacio de justicia y donde previamente nos habíamos encargado de hacer pintadas pidiendo la abolición de la ley de peligrosidad social y la amnistía sexual para toda la gente que seguían en las cárceles franquistas por su orientación sexual o expresión de identidad de género diversa. Descubrir un sistema opresivo, sin sentido, que castigaba las formas de amar o de ser de las personas sin ningún motivo me rebeló de tal manera que por eso me impliqué en la lucha por la libertad sexual, estando desde su origen y pasando por todos los procesos y cambios que ha tenido el movimiento por la libertad sexual.

https://twitter.com/PoderPopularWeb/status/1414976168655208448

 

¿Qué ha cambiado desde entonces?

La sociedad ha conseguido ir muy por delante de los legisladores y de los que tienen la responsabilidad de gobernar. Hemos conseguido una gran aceptación social; el matrimonio entre personas del mismo sexo ha sido asumido y hay gran visibilidad de gais y lesbianas a nivel mediático. Se acabó el chiste de la maricona porque ya es algo vejatorio. Hemos pasado de ser criminales para la justicia, enfermos para la medicina e inmorales para la moral a ser ciudadanía, entre comillas, con los mismos derechos, por lo menos hemos conseguido respeto. Y esto se puede ver en la participación activa que tienen las personas LG CIS en el mundo del arte, en la cultura, en el mundo de la ciencia y en la participación política, la participación en puestos de poder y en órganos de poder de partidos políticos pero también como concejales, como diputados, y actualmente tenemos incluso ministros gais. Hemos ganado mucho. Aunque no quiero entrar en el chiste, lo digo en plan sarcástico, antiguamente en mi época, los maricones eran invitados a los bautizos y bodas para alegrar y amenizar, que te contara chistes y alegrar la fiesta. Ahora parece que se hace imprescindible y necesario tener un maricón en todos los programas de televisión, si no parece que no está completo. Y no quiero criticar ni que se saque de contexto mis palabras; es una forma de explicar hasta que punto se ha llegado a normalizar y en cambio mostrar que esto no ocurre con las personas trans. Hay una parte del colectivo LGTBI que somos las parias, que aunque hayamos estado desde el inicio codo a codo en todas las luchas o incluso sufriendo los peores maltratos de todos los regímenes más totalitarios, incluso los olvidados y olvidadas por la democracia, aun seguimos a años luz de esto que te he dicho. Nosotras fuimos expulsadas y seguimos expulsadas en los márgenes de la cultura, del arte, de la ciencia, de la política. Aún nos queda muchísimo camino para ser consideradas sujetos de derecho. De hecho, hay situaciones que son muy elocuentes; yo no estoy a favor de que se maltrate a nadie ni que se asesine a nadie pero no vale igual la vida de un gay que de una persona trans. Lo vimos el otro día y ahí estuvimos todas las personas trans denunciando, sintiendo con un profundo dolor el asesinato de Samuel, algo que llenó todas las calles de España, todo el mundo lo hemos visto, y a una mujer trans la pueden descuartizar y digo descuartizar y no exagero porque así nos matan, nos descuartizan, nos decapitan, nos queman y esto no mueve a la misma gente. Se ha deshumanizado tanto a las personas trans, se nos ha estigmatizado tanto que en la práctica significa que nuestras vidas valen menos. Aquí estamos avanzando mucho, pero arrastrando una desigualdad histórica y estructural con las personas trans. Por eso es super necesario hablar, desde los colectivos reivindicativos, desde los movimientos revolucionarios, desde los movimientos anticapitalistas, desde los movimientos anti-opresión, hablar de personas trans, hablar de transfobia y hablar de las necesidades de las personas trans. Si solamente hacemos el discurso bajo el acrónimo, aunque parece ser que tiene una intención inclusiva, paradójicamente funciona como una caja que invisibiliza a la parte más vulnerable y más machacada del colectivo LGTBI.

https://twitter.com/anticapi/status/1412320527084134400

 

¿En qué situación se encuentra hoy el movimiento LGTBI?

En torno a situación política y de garantías de derechos nos encontramos con unos avances que han permitido por un lado el matrimonio igualitario y la visibilidad de nuestra afectividad en público. Las personas trans salimos a las calles sin ese miedo que caracterizó a los años 70, a los 80 y casi a principios de los 90, pero estamos viendo un auge en las agresiones, sobre todo en la casa del travelo, más que de otro. En las redes sociales se ha llegado a un nivel de violencia extrema brutal y eso lo podemos ver todos los días. No tenemos garantizada una educación, una asignatura de obligado cumplimiento en las escuelas que eduque en el respeto a la diversidad sexual y de género, falta eso. Falta también la protección del Estado frente a esta violencia, que se está permitiendo con total impunidad. Existen herramientas legales para ello; está el Artículo 510 del Código penal cuya aplicación es precisamente para cuando se atenta, se veja, se humilla a una persona o a un colectivo ya vulnerable y resulta que el 510 en España solamente ha servido para proteger a la corona y a la iglesia que por supuesto no son colectivos vulnerables; vulnerables somos nosotras, que salimos a la calle sin guardaespaldas y que no estamos protegidas por nadie por nada y se nos sigue golpeando. Se da una impunidad intencionada para que vivamos en una situación de miedo y tengamos que agradecer a aquellos que nos dieron unas cuantas migajas para sobrevivir. La utilización del miedo como freno para seguir avanzando y por otro lado para tenernos cogidos y decir mira lo que os hemos dado. Parece que aquí el colectivo nunca ha hecho ninguna conquista, sino que se nos ha regalado. Yo creo que lo que falta son garantías de poder vivir en libertad nuestra orientación sexual y nuestra identidad.

 

¿Cuál crees que es la lucha central hoy del colectivo, o las luchas, a qué retos se enfrenta hoy el movimiento lgtbi+?

Tenemos que luchar por marcos jurídicos que nos garanticen vivir nuestra afectividad y nuestra identidad en libertad. Muy importante y sobre todo educación, educación en las escuelas, hacer protocolos que eduquen a todos los cuerpos de seguridad para que sepan cómo tratarnos, a todo el funcionariado que tiene que ver con la administración pública para que respeten a la gente, al personal docente…Y creo que es necesaria una pedagogía que frene la discriminación en el discurso hablado y escrito y que sobre todo tiene un efecto sobre la dignidad de las personas, eso es fundamental. Y una cuestión que considero importante viendo como a veces los poderes políticos, para tener controlada la respuesta social, han intervenido en la autonomía de los colectivos LGTBI: crean colectivos hegemónicos que cuentan con el favor político, que cuentan con subvenciones económicas bastante importantes, que con eso les compran, y que cuentan también con el favor mediático. Es necesario y eso te lo puedo decir como activista histórica, que aparte de esta gente que es dócil al sistema, gente a las que les compran la conciencia y la obediencia, también existimos personas que vivimos en los márgenes de ese control político y gente más revolucionaria o gente más a la izquierda pero que no se ha sabido articular una alternativa contrahegemónica que marque las políticas LGTBI fuera de este control político y a veces se repiten los mismos tics patriarcales; los mismos tics que hacen las organizaciones a las que criticamos, que tienen relación clientelar con el poder que se dedican a hacer mercantilismo y que en las relaciones internas se siguen dando esas dinámicas de poder. Las relaciones patriarcales existen dentro del colectivo LGTBI, siguen siendo los hombres los que siguen marcando las políticas LGTBI. No hemos sido capaces de crear una alternativa de izquierdas anticapitalista interseccional que de respuesta ante las cuestiones raciales, darle espacio propio a las compañeras y compañeros que tienen que hablar de las cuestiones identitarias. Hasta que el colectivo LGTBI no se cuestione su propia toxicidad patriarcal y machista, incluso hasta que no se cuestione como las personas trans, siendo parte del colectivo, tienen que tener voz propia, deben ser escuchadas y apoyadas en sus demandas porque ese es el ejercicio principal para el empoderamiento de un colectivo que ha vivido un tutelaje por el estado, un tutelaje por la medicina y un tutelaje por los compañeros LGTB CIS. Hasta que esto no cambie seguiremos repitiendo las mismas dinámicas de los colectivos y las políticas LGTBI que criticamos.

Escrito por:

Área LGBTIQA+ de Anticapitalistas
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