Oscar Hidalgo Carnicero | Prácticamente ya todo el mundo conoce que este próximo fin de semana se celebra el World Pride en Madrid. Este año seremos la Capital Mundial del Orgullo donde se reivindicarán los derechos de los colectivos LGTBIQ, reivindicaciones que compartimos las y los trabajadores y sindicatos de Metro de Madrid. Con motivo de este evento se esperan que nos visiten entre 2,5 y 3 millones de personas y hay que estar preparados para ello. Los servicios públicos de una Ciudad dicen mucho de su “estado de salud” cuando en acontecimientos como este son capaces de prepararse en tiempo y forma.

En este caso y por unanimidad se aprobó el día 16 de febrero de 2017, una Proposición No de Ley en la Asamblea de Madrid planteando el refuerzo y la ampliación del horario del servicio de Metro de Madrid.

Como al Consorcio de Transportes le corresponde la gestión de los transportes públicos, ha modificado los horarios para abrir ininterrumpidamente durante todo el fin de semana. Pero la forma en la que se ha llevado a cabo esta acción afecta sustancialmente las condiciones laborales de algunos colectivos de Metro. El Consorcio no llegó a ningún acuerdo en las negociaciones con la representación sindical. Tan sólo se consiguió posibilitar que la cobertura de la ampliación del horario de servicio se llevara a cabo por personal voluntario. Al no haber suficiente personal voluntario, la dirección del Consorcio ha aplicado esta modificación de una forma impositiva. Así que, se mantendrá abierta la red de Metro prácticamente en su totalidad (Líneas 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7A, 8, 9A, 10A, 11 y Ramal) durante la noche del 1 al 2 de julio, en horario de 2:00 a 6:00 de la madrugada. Y es aquí donde están los problemas añadidos que se encuentran las y los trabajadores por imponerles un turno de trabajo que no existe en el Convenio Colectivo.

Metro de Madrid, como empresa pública, debe estar al servicio de las necesidades de las personas que lo utilizan normalmente u ocasionalmente. En casos excepcionales como el que tratamos es necesario plantearse las siguientes cuestiones: ¿Tiene Metro de Madrid la capacidad de prestar este servicio en las condiciones de seguridad necesarias para los usuarios? ¿Tiene Metro de Madrid la cobertura suficiente para que sus trabajadores/as realicen este servicio de forma segura?

Desde que se tomó la decisión política de abrir toda la noche del 1 al 2 sí o sí, el nuevo Consejero Delegado de Metro de Madrid tardó un tiempo en reunirse con los Sindicatos de Metro para comunicarles esta decisión oficialmente. Básicamente dijo que era una decisión institucional que se iba a cumplir y que la Empresa ya organizaría y publicaría un aviso solicitando personal voluntario para cubrir las 190 estaciones aproximadamente que permanecerían abiertas durante toda esa noche. Más tarde pidieron también personal voluntario en el colectivo de Maquinistas, pero estas medidas no resultaron operativas. Finalmente acaban acogiéndose al artículo 2 de la Ley 5/1985 que le da potestad al Consorcio de Transportes en la planificación de los servicios y al artículo 20 del Estatuto de los Trabajadores para modificar puntualmente el horario.

Desde sectores sociales y sindicatos se ponen encima de la mesa varias cuestiones:

  • Es necesario un acuerdo entre las partes para este tipo de eventos. En otras ocasiones y ante acontecimientos extraordinarios, Noche en Blanco, visita de personalidades, etc. se han realizado acuerdos puntuales de forma precipitada. Se lleva bastante tiempo proponiendo a la Dirección negociar y regular estas situaciones. Pero siempre nos encontramos con evasivas por parte de la Dirección de Metro de Madrid. Tener un protocolo de actuación establecido con antelación sería beneficioso tanto para los usuarios como para los y las trabajadores/as.
  • La falta de personal voluntario se debe a una situación enquistada desde hace tiempo que ha generado malas relaciones entre la empresa y sus trabajadores y trabajadoras, todo esto hace que haya un clima de tensión y una actitud de no colaboración. Es necesario llevar a cabo actuaciones que mejoren estas relaciones.
  • La imposición de abrir durante esa noche ya ha sido llevada a los juzgados por parte de un sindicato de Metro que pide medidas cautelares.
  • No hay establecida ninguna regulación sobre la circulación de trenes con viajeros para el horario de 2:00 a 6:00. El Consorcio propone que haya un intervalo de 15 minutos pero, este intervalo, se prevé insuficiente en algunos tramos donde la acumulación de personas en los andenes puede resultar peligrosa, sobre todo en las estaciones del centro de la ciudad.
  • De estas medidas subyace otro tema de seguridad. En los últimos meses en Metro de Madrid han aumentado las agresiones a los y las trabajadoras de la empresa por parte de los usuarios, llegando incluso a sufrir agresiones de violencia machista. Desde los sindicatos se pide hace tiempo que se tomen medidas al respecto, como campañas de concienciación, reconocimiento de Agentes de Autoridad etc. Pero se mira para otro lado. En el caso que nos ocupa hay una preocupación añadida por la seguridad, no solo de las personas que utilicen el metro sino por la seguridad de los y las trabajadoras. Ante esta preocupación, se ha preguntado sobre las medidas que se van a llevar a cabo al respecto. No se ha obtenido respuesta clara al respecto.

También está el conflicto abierto desde primeros de este año por el Sindicato del Colectivo de Maquinistas de Metro (SCMM) que ha convocado Huelga desde el miércoles 28 de junio a las 13:00 hasta el domingo 2 de julio completo. Por cuestiones internas y grandes diferencias con la estrategia seguida por el SCMM, los demás sindicatos no apoyan estos paros. Los motivos son la mejora y la estabilidad laboral del Colectivo y la prevención de los riesgos laborales en reclamación de la categoría profesional. Como en todos los paros convocados en los últimos años por los distintos sindicatos de Metro, el Consorcio de Transportes ya ha impuesto unos servicios mínimos abusivos para estos días, amparándose en que somos un servicio esencial, pero no tienen en cuenta a Metro, como servicio esencial, a la hora de contratar personal. Así, con la Ley de presupuestos de los últimos años, limitan la tasa de reposición al 60% en vez de al 100%. Es una doble vara de medir, dependiendo para qué, te aplican un estatus o te lo quitan, siempre en su beneficio y no en el de los y las trabajadoras. Esto debería ser aplicado de forma justa e igualitaria.

En definitiva, la relación entre los y las trabajadoras, los sindicatos y la dirección de la empresa no pasa por su mejor momento. Afrontar acontecimientos como el World Pride bajo estas condiciones es difícil, la dicotomía que hay en este caso entre prestar un buen servicio público y el perjuicio a las condiciones de trabajo es evidente No se pueden imponer ni modificar las condiciones laborales de manera improvisada y autoritaria, desde los sindicatos se seguirán tomando medidas para frenar o paliar las consecuencias de esta decisión. Metro de Madrid aparte de dar un buen servicio a la ciudadanía debe cuidar de sus trabajadores y trabajadoras.

Es necesario mejorar la gestión de los recursos que se está haciendo por parte de las instituciones en Metro de Madrid que, además, pone en evidencia la falta de Plantilla, esta no se ha llegado a recuperar desde el ERE del 2014.

En general “se ve con buenos ojos”, por parte de los sindicatos, la propuesta del Ayuntamiento de recuperar el accionariado de Metro que entregó Gallardón a la Comunidad en 2011. Para que ni el actual ni ningún futuro Gobierno de la Comunidad de Madrid pueda utilizar políticamente, en su beneficio, la gestión de Metro de Madrid.

Desde los sindicatos de metro siempre se ha defendido el carácter público de esta empresa y está claro que para dar un buen servicio a la ciudadanía es imprescindible que se respeten la condiciones laborales de los y las trabajadoras y el Convenio Colectivo que regula estas condiciones. Es fundamental ampliar la democracia y el poder de los trabajadores y trabajadoras dentro de las empresas para garantizar tanto los derechos laborales como servicios de calidad, a la altura de lo que merece la ciudadanía madrileña.

Oscar Hidalgo Carnicero, es maquinista de Metro de Madrid y militante de Anticapitalistas. Forma parte de CCOO en el Metro de Madrid.

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