«El PP es una organización criminal y no nos basta una dimisió

 

Pepe Mejía |Rommy Arce, es concejala de Ahora Madrid en el Ayuntamiento de Madrid y presidenta de las Juntas de Distrito de Arganzuela y Usera y militante de Anticapitalistas.

 

-¿Qué opinas de la dimisión de Esperanza Aguirre como portavoz y concejala del Partido Popular (PP) en el ayuntamiento de Madrid?

 

-La marcha de la Lideresa responde a un ajuste de cuentas interno, una feroz recomposición de las élites donde la lacaya más fiel parece no tener ya cabida. A pesar de ello no deja de ser una victoria para todos aquellos madrileños que sufrimos la cruzada que emprendió en la Comunidad de Madrid desde el 2003 para desmantelar la educación y la sanidad pública, las mareas y miles de ciudadanas que salimos a las calles teníamos hambre de ver hacer las maletas a Aguirre. La movilización social y la articulación de una alternativa de cambio impidió que se convirtiera en alcaldesa, relegándola al papel de jefa de la oposición, azote de los populismos, nunca olvidaré cuando nos espetó que “a la política hay que venir llorado”, ella que hoy se da golpes de pecho por la traición de su delfín. Es el fin del aguirrismo, pero lo qué viene después nos debe preocupar más si cabe. Los intentos del PP para reinventarse y salvar a Cifuentes y Rajoy haciéndoles aparecer como azotes de la corrupción son una operación que debemos denunciar. El PP es una organización criminal y no nos basta una dimisión. No debemos permitir que Cifuentes, que es la primera que tiene las manos manchadas con el tema del Canal de Isabel II, siga ni un minuto más al frente de la Comunidad de Madrid. El croar de la corrupción es ya un clamor. No es que a Esperanza le saliera rana un par de cargos nombrados por ella, es que esta señora era la artífice de la trama que lleva alimentándose de nuestras instituciones y del dinero público más de 20 años. Dinero público para engrasar el mercado, dinero público para sostener una estructura de partido corrupta hasta sus simientes.

 

-Desde que el PP llega al ayuntamiento de Madrid, en 1988, el ayuntamiento deja de gestionar directamente los centros culturales y empieza a adjudicar a empresas privadas. ¿Qué consecuencias ha traído esta política?

 

-Según el informe de Audita Usera, que recientemente se presentó, los presupuestos se redujeron en casi 400.000 euros, cuando partíamos de un presupuesto de 550.000. En cuanto a sus relaciones con casos de corrupción, lo desconozco pero estoy segura de que con auditorías ciudadanas como la de Usera podremos echar luz sobre la gestión del gobierno del PP. Lo más interesante de los procesos ciudadanos de auditoría es que no lo llevan a cabo expertos si no ciudadanos corrientes que investigando y haciéndose preguntas se empoderan, cooperan y descubren la corrupción sistémica o la mera mala gestión de los que se decían “buenos gestores”.

 

-Presides las juntas de distrito de Arganzuela y Usera. ¿Hay algún servicio municipal que su gestión se haya privatizado bajo su mandato? ¿Y con el PP qué servicios?

 

-No, desde luego que bajo nuestro mandato no se ha privatizado la gestión de ningún servicio que no lo estuviera anteriormente. En el caso de los distritos, además, se dio un doble proceso de vaciamiento, puesto que no solo se privatizaban servicios, también se retiraban competencias para centralizarlas en las Áreas de Gobierno.

 

-¿Qué es lo que va hacer o lo que está haciendo para remunicipalizar estos servicios?

 

-El compromiso que tenía Ahora Madrid era llevar a cabo una hoja de ruta que trazará la reversión a la gestión directa de los servicios públicos privatizados. Estamos a mitad de legislatura y son pocas las experiencias de éxito: la empresa Funeraria de Madrid, Bicimad y recientemente los parkings. El marco normativo limita mucho la autonomía municipal para la elección de un modelo de gestión u otro, indefectiblemente los municipios se ven abocados a externalizar porque el límite en la tasa de reposición hace imposible ampliar las plantillas municipales. No obstante, por nuestra parte hemos dado dos batallas en esta línea. En primer lugar, optamos tanto en Usera como en Arganzuela por “remunicipalizar” la programación cultural a través de la empresa pública Madrid Destino. Nos hemos enfrentado a un largo trámite administrativo, resistencias internas y sabotajes porque no se admitía que una empresa pública pudiera diseñar, programar y gestionar eventos culturales de calidad e innovadores en los distritos. La resistencia no era otra que el monopolio que unas pocas empresas del sector tenían sobre la oferta cultural de los distritos de Madrid. Una experiencia abortada fue la del Polideportivo Moscardó. En este caso, se trataba de una instalación municipal que llevaba más de 30 años siendo gestionada por dos entidades deportivas en condiciones alegales, haciendo una de ellas uso exclusivo y privativo del campo de futbol. Apostamos por la recuperación de la gestión directa porque esto supondría la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores del club de natación que se encontraban inmersos en un ERTE, apoyamos a los trabajadores y a los sindicatos de la empresa y municipales que reclamaban la subrogación de la plantilla del Mosca. Lamentablemente, nuestra apuesta no fue compartida por el resto del equipo de Gobierno y a día de hoy los trabajadores siguen esperando que se adopte una decisión.

 

-¿Puedes explicarnos la realidad del tejido asociativo de sus distritos?

 

R.-En Usera existe un tejido social muy activo heredero de la lucha vecinal de los 70 y 80. Hoy está muy envejecido debido a que no logró emprender a tiempo un relevo generacional y tampoco ha conseguido conectar y nutrirse de la población migrante que ahora vive en el distrito. Hay que señalar que en la última década se han organizado en torno a la Coordinadora de Asociaciones, motor de potentes movilizaciones contra los recortes.

 

En Arganzuela, que es un distrito con mayor poder adquisitivo, de población más joven y con estudios superiores en el que predominan las familias, hay que destacar el empuje de las AMPAs. El tejido asociativo ha sido tradicionalmente débil, iniciativas pequeñas y dispersas que afortunadamente han conseguido aunarse en torno al EVA (Espacio Vecinal de Arganzuela). El EVA ha sido en los últimos años una fuente inagotable de iniciativas dirigidas a dinamizar el distrito y generar comunidad. Su lucha clave fue la denuncia del expolio del patrimonio público reclamando espacios amenazados por la furia mercantilizadora del PP de Ana Botella. Al EVA le debemos que hoy el Mercado de Frutas y Verduras de Legazpi sea cien por cien público. Desde Ahora Madrid cumplimos nuestro programa electoral y la demanda vecinal de recuperar el Mercado de Frutas para los vecinos de Madrid. A finales del 2019 concluirán las obras de un Mercado que albergará dependencias municipales, una biblioteca y más de 8000 metros de espacios autogestionados. Esta es una victoria más de nuestros vecinos y vecinas que hoy como ya lo hicieron otros en el pasado, se han peleado cada escuela, cada biblioteca, cada centro de salud. Debemos seguir alimentado la autoorganización en los barrios e involucrarnos en el tejido vecinal.

 

-¿Cómo trabajáis con las organizaciones sociales y sindicales?

 

-Nosotras nos reunimos con todas las organizaciones sindicales o sociales que nos lo piden. Además, intentamos dar seguimiento a los conflictos laborales abiertos en nuestra ciudad y en la medida de lo posible apoyarlos. Así lo hemos hecho con los compañeros de Coca Cola en Lucha, Telemarketing, entre otros. Mantenemos un diálogo constante con los movimientos sociales. Nuestro papel es ser altavoz de sus demandas. En este sentido, pusimos en marcha una Mesa de Vivienda en Usera donde se consiguió articular un trabajo muy positivo con las compañeras de la Asamblea.

 

-¿Cuál es vuestra opinión sobre la política del PSOE en el ayuntamiento y concretamente en los distritos que Usted preside?

 

-Los grupos de la oposición escenifican en los Ayuntamientos del cambio la triple alianza que mantienen a nivel estatal. Gobernamos con el apoyo del PSOE que tuvo que elegir entre apoyar a la condesa de la corrupción o apoyar a Carmena, lo primero no hubiera sido jamás comprendido por sus votantes. Pero estamos hablando del mismo PSOE que ha permitido a Rajoy gobernar, el mismo PSOE que emprendió la reforma del artículo 135 de la Constitución consagrando las políticas austeritarias y dejando la clase trabajadora a los pies de los caballos. La pata izquierda del régimen del 78 cobra caro su apoyo en los ayuntamientos del cambio, han conseguido con todo su aparato mediático asentar el marco de gobiernos débiles de gente inexperta y malos gestores que necesitan de las enseñanzas del hermano mayor socialista. Los presupuestos del 2017 marcó un hito en la relación con el PSOE, la gestora dio orden de arrinconar a los ayuntamientos del cambio. Madrid no fue una excepción, nos vimos abocados a aprobar los presupuestos con mucho retraso y después de una dura negociación en la que primaban los intereses partidistas de los susanistas. Como se debaten en sus contradicciones, en muchas ocasiones conseguimos que apoyen la acción de gobierno, véase la aprobación de la ordenanza de escuelas infantiles o la reciente limpia del callejero franquista.

 

-¿Cuál es la realidad al interior de Ahora Madrid y sus relaciones con Ganemos?

 

-Ganemos en sí mismo es fruto de un proceso por abajo que consiguió aglutinar a organizaciones políticas, movimientos sociales y activistas independientes. Ganemos era ya un espacio de confluencia antes de que se llegara a acuerdo con Podemos. Ahora Madrid adolece de una cierta debilidad organizativa a consecuencia de una falta de voluntad política por impulsar su despliegue y arraigo territorial, la ausencia de iniciativa política, ausencia de espacios de debate y rendición de cuentas, etc. Hoy por hoy es un aparato con nada por abajo, en este marco Ganemos ha cumplido un rol necesario en tanto que ha defendido el mandato colectivo del programa y ha ejercido de contrapoder a las posiciones gobernistas. A pesar de lo dicho, somos conscientes que Ahora Madrid es la herramienta electoral con la que contamos y seguiremos trabajando por su democratización interna y poniendo la vista en el 2019 trabajaremos para que se articule un proceso por abajo con un método de primarias proporcional y respetuoso con las minorías así como la elaboración de un programa que sea fruto de un debate colectivo que desborde el marco partidario e institucional.

 

 

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